La brutal golpiza que ocasionó la muerte del pequeño Lucio Dupuy visibilizó una problemática que afecta a 1 de cada 2 niñes y adolescentes a nivel mundial.
A pesar de que la violencia familiar es difícil de detectar para el Estado, casi la mitad de las víctimas registradas entre octubre del 2020 y septiembre de este año por la Línea Nacional 137 fueron les más pequeñes.
De acuerdo a los datos recopilados por el programa Las Víctimas Contra Las Violencias y Unicef, el 90% fueron agredides por su padre, madre y/o padrastro.
Atrapados sin salida
El cuerpo de un niño de cinco años con politraumatismos y hemorragia interna producto de una brutal golpiza propinada por quienes debían protegerlo. La muerte de Lucio Dupuy a cargo de aquellas personas que tenían que bregar por su vida.
La película de terror tuvo lugar en La Pampa, pero podría ser una escena en cualquier parte del mundo.
De acuerdo a datos de la Organización Panamericana de la Salud, 1 de cada 2 niños, niñas y adolescentes de entre 2 y 17 años sufre algún tipo de violencia cada año.
Los maltratos y las agresiones contra les menores representa una problemática muy difícil de detectar para el Estado debido a que, generalmente, ocurre en el ámbito privado y las víctimas no se encuentran en posición de denunciar o dar aviso de la misma.
En Argentina, por medio de la Línea Nacional 137 del programa Las Víctimas Contra las Violencias, se logró registrar información sobre el tema.
Entre octubre del 2020 y septiembre de 2021, las consultas arrojaron un total de 20.520 víctimas de todo tipo de violencias, de las cuales 9989 eran niñas, niños y adolescentes.
Casi la mitad de las víctimas fueron les más pequeñes.
A su vez, en el 90% de los casos la agresión provino del padre, la madre y/o el padrastro.
Desagregados, los datos señalan que más del 62% de los maltratadores eran de género masculino y alrededor del 25% correspondían al género femenino.
Violencia focalizada
Así como en el lugar del agresor predomina el género masculino, el rol de la víctima es ocupado principalmente por el sexo femenino.
De acuerdo al análisis realizado por el programa Las Víctimas contra las Violencias junto a Unicef, casi el 60% de las maltratadas eran niñas.
Sin embargo, entre los 0 y los 11 años la violencia familiar golpea casi de igual manera al género femenino y masculino.
En cuanto al tiempo y el lugar, la mayoría de las denuncias se concentraron en la CABA y en la Provincia de Buenos Aires durante enero de este año.
Le siguen Córdoba con el 4,2% y Santa Fe con el 3% de las consultas. Aunque posiblemente la falta de información o el acceso a la línea genere que no se haya cifras más altas vinculadas a otros lugares.
Si bien más del 30% de les niñes y adolescentes sufrieron violencia física y psicológica, esta última representa la principal tortura.
Insultos, gritos, frases de menosprecio y humillación, apodos, chantajes emocionales y amenazas son algunas de sus formas.
Desde que inició el programa en el año 2006, las consultas referidas a víctimas niñes y adolescentes crecieron un 151%.
Pero con la pandemia y el inicio del ASPO, se incrementaron un 219%.
Quizás la implementación de la línea de Whatsapp en marzo del 2020 propició que algunas víctimas contaran con el espacio adecuado para denunciar las agresiones de manera directa.
Debido a la modalidad, el 93,4% de las denuncias fueron de adolescentes que tenían entre 12 y 17 años.
Lamentablemente, les más pequeñes debieron aguardar que algún familiar o vecine hable por elles y que, acto seguido, las instituciones actúen protegiendo a los más frágiles de la historia.