“Está en juego la soberanía nuclear argentina”

Los 1142 despidos en el complejo nuclear de Zárate, provincia de Buenos Aires, donde funcionan Atucha I y II no solo es un golpe a las familias que se quedan sin ingreso, sino que forman parte del abandono del plan nuclear impulsado desde el 2009. “Hay toda una inversión en ciencia nacional y experiencia de trabajo que está en riesgo por el parate de esta industria”, señaló a Al Revés Ernesto Simionato, delegado de Atucha II.

 lunes, 17-julio-2017

En el mismo complejo está planificada la construcción de una tercera central nuclear.



Por Camilo Ratti

“Hay todo un know how, como llaman los norteamericanos al conocimiento fundamental, una calificación y formación de cuadros propios que están a la deriva, por una decisión política del gobierno nacional sobre un tema muy sensible, como es la energía nuclear. Acá hay profesionales y técnicos muy calificados que no pueden estar sin un horizonte claro o volver para atrás”, advirtió a este portal Ernesto Simionato, delegado de ATE en Atucha II, sobre el parate de la actividad en el complejo nuclear de Zárate, que desde el 1 de julio dejó en la calle a 1142 trabajadores.

Los despedidos son empleados de la construcción, administrativos, maestranzas, gastronómicos, transporte y seguridad privada, contratos que no fueron renovados por Nucleoeléctrica Argentina (NASA) y la CNEA a tres empresas tercerizadas a cargo de las obras vinculadas al proyecto Carem-25 y a las obras complementarias a Atucha II. “Los primeros afectados son esos trabajadores tercerizados, porque al estar paralizadas otras obras públicas no pueden ser reubicados, pero también estamos preocupados los trabajadores de planta, porque están frenadas las obras para la construcción de Atucha 3, que iba a ser financiada en un 85 por ciento por capitales chinos”.

“Nos preocupa que Atucha 3 no arranque, cuando estaba previsto para principios del 2016, como parte de proyecto energético que establece la ley nuclear 26.566, sancionda en el 2009 e impulsada por el gobierno de CFK, que firmó acuerdos con China para otra central nuclear. Argentina invirtió en ingenieros, técnicos, un staff muy calificado que está en juego, e inclusive está comprado el terreno para hacer la otra central”, destacó Simionato .

Pero no solo la construcción de otra central está en peligro por inactividad oficial: “El CAREM es un proyecto netamente argentino, un reactor nuclear de 25 megavatios de diseño propio que responde y necesita una política de estado. Hay mucha experiencia operacional y de mantenimiento en centrales nucleares”.


“Nos preocupa que no arranque la construcción de la central Atucha 3, cuando estaba previsto para principios del 2016, como parte de proyecto energético que establece la ley nuclear 26.566, sancionda en el 2009”.

Ernesto Simionato, delegado de ATE en Atucha II.

No sabe, no contesta

La respuesta oficial a los reclamos de los trabajadores despedidos es que “no hay plata” para seguir la obra. Sin embargo, Simionato advierte que “el 85 por ciento del financiamiento lo iban a poner los chinos. Estamos hablando de entre 12 y 13 mil millones de dólares entre la central de Atucha 3 que se iba a construir en Zárate, y otra quinta central nuclear que estaba planificada en Río Negro”. Frente a este panorama, el delegado sostuvo que “queremos que se ejecuten las obras ya planificadas, pero no con llave en mano por parte de los chinos, sino que las hagamos nosotros, con mano de obra argentina, que es muy calificada”.

Para el representante obrero, “las dos centrales nuevas son muy importantes para nuestra soberanía, por el manejo tecnológico que implican, y el valor agregado que nos otorga, ya que no son muchos los países que manejan este tipo de energía”.

Frente al posible riesgo de lo nuclear, el delegado de Atucha señaló que “hoy eso está muy controlado, es una energía limpia, que nos va a permitir permitir diversificar la matriz energética, ya que los hidrocarburos no son renovables y hoy las otras energías renovables no garantizan grandes demandas, aunque hay que invertir también en eso”.

100% argentino

Simionato pidió no abandonar el plan nuclear: “El Carem es un reactor más chico, también emplazado en Zárate, pero que puede ser una fuente de energía donde no existe un sistema interconectado. Es un reactor movible, netamente argentino, de desarrollo nacional”.

Y si bien la Argentina no es fabricante de grandes centrales nucleares, como China, Rusia, Corea, Francia o Estados Unidos, “hemos calificado para asistir a esos proveedores, lo que nos permite ser parte de la construcción como arquitectos-ingenieros. Hay mucha experiencia en montaje, puesta en marcha y revisión de ingeniería, además de operadores de la tecnología que se utiliza en el sector”, finalizó el delegado.