“Esto no es una catástrofe natural, es un saqueo”
Juan Grabois es uno de los referentes de la CTEP y uno de los dirigentes argentinos con más llegada al papa Francisco. Calificó de "colonial" al gobierno de Mauricio Macri y dijo que las bases de las organizaciones sociales quieren un cambio de gobierno. "Si la oposición no ejerce su rol frente a la crisis, habrá otro 'que se vayan todos'" como el del 2001", advirtió en una nota que dio a la revista La Luciérnaga.
jueves, 19-julio-2018

Juan Grabois admitió tensiones en el interior de los movimientos sociales en la discusión por la ocupación del espacio público. Su posición, afín a la de Bergoglio, es moderada.
Por Bettina Marengo
El referente de la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), Juan Grabois, sostuvo que el gobierno de Mauricio Macri es “una administración colonial” que lleva adelante “un proyecto político, económico y social que ha sido diseñado por el FMI en representación de los grandes bancos y los grupos de poder económico que lo financian”. El dirigente afirmó que si la oposición política no ejerce su rol frente a la crisis que golpea a los más pobres, hay riesgo de un nuevo “que se vayan todos” como el de 2001.
“No estamos frente a una catástrofe natural sino frente a un saqueo. Lo que estamos viendo son movimientos especulativos que le han costado al país más de 20 mil millones de dólares, que es una barbaridad de plata”, dijo. Y adelantó que la CTEP evalúa denunciar “operaciones fraudulentas que realizaron con información privilegiada” concertadas entre el Banco Central y los fondos de inversión, a partir de la subasta diaria de dólares implementada por Luis Caputo para contener el dólar.
En un reportaje publicado ayer en la revista La Luciérnaga, el asesor del papa Bergoglio afirmó que “toda la militancia y gran parte de las bases está viendo la necesidad de que haya un cambio de gobierno, obviamente cuando éste termine el mandato que tiene”. “Nosotros creemos que lo mejor para nuestros compañeros no es una interrupción del proceso democrático, pero sí por lo menos interpelar a la oposición política para que también genere las condiciones para que haya un cambio de gobierno y en el próximo ciclo se realicen las transformaciones estructurales que se necesitan para que la Argentina vuelva a ser soberana, independiente y tenga niveles razonables de justicia social”, declaró.
Según el dirigente, “la oposición política está muy autonomizada de las necesidades del pueblo. Está lejos. Le falta un poco de barro y no está actuando correctamente”. “Pero si la oposición no empieza a ejercer un rol verdaderamente de frenar esta ofensiva, desde las instituciones, se va a abrir una nueva crisis de gobernabilidad, un nuevo ‘que se vayan todos'”, advirtió.
Días atrás, Grabois señaló en una radio porteña que, al interior de las organizaciones sociales, hay un fuerte debate sobre los modos de ocupación del espacio público como medida de protesta. Lo dijo luego de la escuálida oferta que les hiciera la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, para actualizar los planes sociales devaluados por la inflación. Por su propia “representación papal”, Grabois tiene una posición más moderada, en lo que se refiere a las acciones de reclamo en la calle. Otros sectores y agrupaciones son más duros con respecto a la toma del espacio público. En ese equilibrio hoy están las organizaciones sociales, atravesadas también por sus tensiones internas, sus propios pesos específicos y sus influencias territoriales.
Con respecto a la legalización del aborto, el titular de CTEP evitó pronunciarse. Hombre de la Iglesia, con un cargo de asesor en el Vaticano, es conocida su posición contraria a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, lo que le produjo airados reclamos de otros sectores “piqueteros”. Tal vez por eso, en la nota mencionada, se excusó: “Un grupo de compañeras me pidió que no me pronunciara sobre el tema y me pareció razonable”.