A partir de la violación grupal ocurrida en Palermo, regresó a la agenda mediática el fenómeno de las agresiones sexuales a mujeres previamente drogadas.
La sumisión química y el aprovechamiento del estado alterado de una persona que consumió voluntariamente alguna sustancia, no es un tema nuevo.
Desde el caso María Soledad Morales hasta la adolescente de Chubut que sufrió el mal llamado “desahogo sexual” en el 2020, hay un gran subregistro de este tipo de delitos dada la confusión y la culpa que impregna a las víctimas.
Con las defensas bajas
Hace algunas semanas, la violación grupal que sufrió una joven en Palermo volvió a colocar en el centro de la escena mediática los delitos contra la integridad sexual facilitados por drogas.
A pesar de ser presentados como casos aislados, este tipo de ataques no son nuevos.
El problema es que casi no hay estadísticas que los visibilicen.
Tampoco abundan las campañas de difusión que alerten sobre el tema.
Desde el caso María Soledad Morales hasta la adolescente de 16 años que sufrió el “desahogo sexual” – en palabras del fiscal Fernando Rivarola – de otros jóvenes en Chubut en el 2020, el fenómeno sigue vivo y dañando.
La dificultad propia que implica denunciar este tipo de delitos, el estado de confusión y culpa que impregna a las víctimas, y la falta de formación de quienes integran el Ministerio Público, las fuerzas de seguridad y los servicios de salud, contribuyen al subregistro.
España es uno de los países que realizó muchos estudios sobre el tema.
Estiman que una de cada cuatro víctimas fue drogada previamente.
En nuestro país no existen cifras oficiales con relación a la sumisión química para la comisión de estos delitos, y/o el aprovechamiento del estado alterado de conciencia de una persona que consumió voluntariamente algún tipo de sustancia antes del ataque.
Lo que si aparece es el incremento de los delitos contra la integridad sexual.
Se pasó de 16.618 a 23.123 víctimas entre el 2019 y el 2020.
Según los últimos datos publicados por el Sistema Nacional de Información Criminal, alrededor del 80% son mujeres y menos del 10% son hombres.
Sin un Sí, es un NO. La alteración de la conciencia vulnera la voluntad e impide dar consentimiento
El estigma sobre ellas
Luego de que se conoció la noticia sobre la violación grupal de la joven en Palermo, el panelista Flavio Azzaro cosechó duras críticas al justificar el delito.
Insinuó que, como la víctima estaba bajo efecto de alguna sustancia, primero “quiso tener sexo” y después “se arrepintió”.
El escarnio social al que fue sometida la víctima provocó que, a través de una carta, pidiera por el fin del hostigamiento mediático y exigiera la protección de su identidad.
Según explica Ester García López, abogada española especializada en violencia sexual, las víctimas suelen tener “flashes” y no recuerdan exactamente qué sucedió.
Pero sienten que “algo malo” sucedió.
Pueden tardar 72 horasen darse cuenta que han sido agredidas sexualmente y meses en reconstruir los hechos.
En ese sentido, desde la Defensoría de la Provincia de Buenos Aires difundieron una guía informativa sobre sumisión química en la que explican cómo prevenirla, cuáles son las sustancias más utilizadas, qué síntomas presenta y adónde se puede denunciar.
No abusar del consumo de bebidas alcohólicas, vigilar lo que se ingiere, no aceptar nada de extraños, y mantener informados a familiares y amigos sobre la ubicación y la actividad, son algunas de las recomendaciones básicas.
Aunque existen más de 50 drogas diferentes, el alcohol aparece como la principal sustancia implicada en la sumisión química.
Por otro lado, el informe destaca que el fenómeno es muy conocido en el ámbito judicial, pero que existe escaso tratamiento teórico que permita desarrollar métodos de prevención, de recolección y preservación de pruebas.
Un protocolo de asistencia a las víctimas también ayudaría a brindar un marco de contención que favorezca la visibilización de una problemática que se mantiene muy escondida pero que pone en peligro, en mayor medida y a cada minuto, a las mujeres.
Protesta en España por el aumento de violaciones y abusos por sumisión química
*Por Paula Quinteros
*Si sos víctima o conoces a alguien que sufra violencia de género, llamá al 144 las 24 horas. Atención, asesoramiento y contención de manera gratuita y en todo el país.
*Si sos víctima de violencia familiar o sexual, o sabés de alguien que lo sea, llamá a la línea 137. Es gratuita, nacional y brinda contención, asistencia y acompañamiento las 24 horas, los 365 días del año.