Evasión offshore vs. Jubilados
Las empresas radicadas en paraísos fiscales y que desarrollan su actividad en el país dejan de pagar al fisco argentino al menos 21 mil millones de dólares, según la ONU. Con eso, se podría compensar el sistema jubilatorio y mantener la fórmula actual.
lunes, 4-diciembre-2017

Los jubilados perderán más de 100 mil millones de pesos en 2018.
La fiesta de la evasión offshore significa para el Estado un monto que cubre el desequilibrio del sistema jubilatorio. Según un informe del Instituto Mundial para Investigación sobre Desarrollo Económico de la ONU, que publica el diario Tiempo Argentino, nuestro país pierde entre 4 y 5 puntos de su PBI en impuestos que no tributan las empresas denominadas offshore que tienen su actividad en el país pero están radicadas en paraísos fiscales.
Esto significa para las arcas públicas un monto anual de entre 21 mil y 24 mil millones de dólares. Tomando el número más chico de la estimación, estamos hablando de unos 360 mil millones de pesos, con los que se podría cubrir el déficit entre los aportes al sistema jubilatorio y lo que el sistema paga. Por ende, se podría mantener la actual fórmula de movilidad sin necesidad de cambiarla para que los jubilados ganen menos y hasta se podría garantizar el 82 móvil para todos los jubilados.
Los investigadores de la ONU ordenaron los países en función del daño económico que sufren por la evasión de las offshore. De 145 países, nuestro país es el octavo más afectado, con un perjuicio del 5,1 por ciento de su PBI (unos 24.710 millones de dólares).Sin embargo, según datos del Centro Internacional para Impuestos y Desarrollo este porcentaje es 4,42 por ciento (unos 21.410 millones de dólares).
Con estos números, se cubriría largamente el déficit del sistema previsional entre aportes y egresos, que asciende a 2,8 por ciento. Además, si el sobrante de ese porcentaje también se volcara al sistema jubilatorio se podría garantizar el 82 por ciento móvil para todos los jubilados. Sin embargo, la decisión del gobierno fue que a la fiesta la paguen los jubilados y no las empresas off shore, tal como le había ‘recomendado’ el FMI.