Facundo no aparece

Una hora y media debería haber tardado Facundo Astudillo Castro en llegar de Pedro Luro a Bahía Blanca el pasado 30 de abril. Hoy se cumplen 90 días de su desaparición, luego de que la Policía de Buenos Aires le labró un acta por violar la cuarentena en una localidad cercana. A partir de allí, comenzó a rodarse una película de terror donde las irregularidades y los encubrimientos parecen no cesar.

 martes, 28-julio-2020

Organismos de Derechos Humanos y organizaciones internacionales reclaman por la aparición de Facundo Astudillo Castro, que fue visto por última vez el 30 de abril cuando era subido a un patrullero de la Policía Bonaerense.


Como si la historia argentina viviera un déjà vu, una vez más hay una madre desesperada exigiendo la aparición con vida de su hijo. Lo que debería haber sido un viaje de una hora y media desde Pedro Luro a Bahía Blanca, se transformó en película de terror que ya lleva 90 días. Los familiares, amigos y abogados de Facundo Astudillo Castro intentan reconstruir qué sucedió con el joven de 22 años luego de que la Policía de la provincia de Buenos Aires le labrara un acta por violar la cuarentena en la localidad de Mayor Buratovich.

Hasta ahora, el desarrollo de los hechos indica que hizo dedo en la ruta 3; que la policía lo detuvo por infracción al ASPO – motivo por el cual se comunicaron con la madre del joven, Cristina Castro, para certificar el domicilio -; que la mujer intentó comunicarse al teléfono celular de su hijo pero nadie le respondió; y que luego fue Facundo quien llamó a su mamá para dejarle un mensaje que ella, inicialmente, interpretó como desafiante por haberse ido de su casa, pero tiempo después lo leyó como “un pedido de auxilio oculto”. “Mamá, no tenés idea de dónde estoy. Mamá, no me vas a volver a ver”, dijo el joven, según publica Cenital.

Si bien a principios de junio la madre realizó una denuncia por averiguación de paradero en Pedro Luro, luego de dos semanas se radicó una denuncia por desaparición forzada ante la Justicia Federal. “Sabemos que lo desapareció la Policía de la Provincia de Buenos Aires”, lanzó Leandro Aparicio, el abogado de la familia. Testigos truchos vinculados a la fuerza de seguridad bonaerense, testimonios inconsistentes y rastrillajes no solicitados por la querella forman parte de una trama de encubrimiento que se contradice con la declaración de tres personas que aseguran haber visto a Facundo subir a un patrullero alrededor de las 15:30 horas del 30 de abril.

Un mensaje de texto enviado desde el celular de Facundo a un conocido y escrito de una manera diferente a la del joven; policías que le toman declaración a un amigo en “un papel de rotisería” y le dicen que se quede tranquilo, que “Facundo ya va a aparecer”; allanamientos sin ninguna orden judicial; apriete a testigos; el ingreso a escena de Sergio Berni, ministro de Seguridad de Buenos Aires, en rastrillajes falsos con testigos truchos; y el temor de que “planten el cuerpo” de Facundo, son algunos de los puntos oscuros que señala la querella. Sumado a esto, también hay sospechas sobre el fiscal de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martínez, por querer “desviar la investigación”, además de tener un pasado que lo vincula con el entorpecimiento y el freno al avance de las causas por delitos de lesa humanidad.

El caso de Facundo Castro ya es una preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Se pronunciaron las Madres (Línea Fundadora) y Abuelas de Plaza de Mayo, la Liga por los Derechos Humanos y el CELS. Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó información sobre la situación del joven al Estado Argentino y el Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió una investigación independiente y protección a los testigos. “Quiero el cuerpo, esté como esté”, reclamó Cristina Castro, la madre de Facundo, quien cree que su hijo ya no está con vida.