Falta mezcla, sobra especulación
A la apuesta del gobierno nacional de reactivar la economía mediante la construcción, se interpuso la falta de materiales y la especulación de las grandes empresas que se stockean ante la brecha cambiaria y las expectativas devaluatorias. Desde el sector, culparon a la pandemia y al aumento de la demanda en el rubro de la “autoconstrucción”.
viernes, 13-noviembre-2020

Desde mediados de septiembre, la construcción está semiparalizada. Denuncian especulación y stockeo de parte de las grandes empresas. Foto de IProfesional.
Luego de ochos meses de pandemia, el gobierno nacional busca fomentar la construcción como una de las salidas para la reactivación de la economía. Si bien la actividad comenzó a demostrar una recuperación a mediados de año, se frenó a mediados de septiembre, en un momento en donde el dólar blue comenzó a escalar y finalizó el mes con una suba de 12 pesos: la mayor alza desde abril. En sintonía con el panorama, empezaron los reclamos por la falta de materiales esenciales como ladrillos, acero, cemento, aluminio, cerámicos y demás insumos para la construcción.
Desde Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) negaron un acopio “estratégico”. Atribuyeron la escasez a la alta demanda, a los “muy bajos stocks iniciales” y a la reducción de la capacidad operativa de las fábricas que están operando con un 15% menos de personal. “Mucha gente corrió a comprar materiales para sacarse de encima los pesos o ahorros”, señaló Pedro Brandi, presidente Grupo Construya. Por su parte, Juan Pablo Tarasido, vicepresidente CRIBA – una de las constructoras más grandes del país – también culpó a la brecha cambiaria porque “hizo que la gente quiera proteger sus pesos”.
Sin embargo, desde la Cámara Argentina de la Construcción admitieron que el problema del desabastecimiento está relacionado con una expectativa devaluatoria y la especulación con la suba de precios por parte de las grandes empresarios. “Una barra de 6mm de hierro la estábamos pagando entre $290 y $300 y la mayoría nos pidió entre $900 y $1200 la barra”, admitió Mateo Aleman, titular del Centro de Empresas Constructoras del Chaco. De esta manera, quienes se encuentran detrás de una construcción “dolarizada” aguardan, agazapados, incrementar sus ganancias, a pesar de que el 47% de las empresas del rubro recibieron el ATP en septiembre y el 54% presentan un desarrollo normal – que se mantiene constante desde hace 3 meses – de acuerdo a datos de Camarco.