Flojito de papeles

Carlos Horacio De Casas, el candidato de Macri para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), perdió la votación realizada durante la 47 sesión de la OEA y quedó en el quinto lugar de tres cargos disponibles. Había sido cuestionado por múltiples organizaciones no gubernamentales de Argentina y del exterior, y su único antecedente en DD.HH fue la defensa de un represor.

 jueves, 22-junio-2017

Los cuestionamientos nacionales e internacionales truncaron su postulación.


La CIDH debía renovar tres de sus siete miembros, y De Casas obtuvo solamente 11 votos a favor, ubicándose en el quinto lugar detrás del mexicano Joel Hernández, que obtuvo 28 votos, la brasileña Flavia Piovesan 21 y la chilena Antonia Urrejola 19. En el cuarto había quedado el estadounidense Douglas Cassel, con 16 apoyos.

“Hubiera sido un enorme retroceso en materia de derechos humanos, cuando la CIDH siempre se mostró muy progresista en relación a los derechos del colectivo Lgbtti”, había advertido Georgina Orellano, referente de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar). En el mismo sentido se había expresado el Director Ejecutivo del Cels, Gastón Chillier: “era mala para el sistema interamericano y para la Argentina que siempre postuló desde la transición democrática hasta la actualidad, a candidatos defensores de DD.HH.” .

Según había publicado Horacio Vertbisky en Página/12 en febrero pasado, el abogado mendocino es miembro del Opus Dei, y su principal antecedente en derechos humanos fue haber sido defensor de un alto jefe de Inteligencia del Ejército, procesado por secuestros y torturas durante la última dictadura cívico militar.

De Casas había recibido críticas de la Comisión Provincial por la Memoria, Abuelas de Plaza de Mayo, las CTA (Autónoma y de los Trabajadores) y Memoria Activa, además de prestigiosas organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, quienes resaltaron su “incompetencia” y “falta de conocimientos en el tema”, lo que echó por tierra los ingentes esfuerzos que hizo el flamante canciller argentino, Jorge Faurie, para que el postulado de Macri llegue a la CIDH.