Frío polar en el empleo
Los datos oficiales de expectativa negativa en el mercado laboral y de pérdida de trabajadores asalariados privados y públicos y monotributistas, más la caída del 4,8% de la economía, indican que la recesión está consolidada. En septiembre, no habrá primavera.
jueves, 26-julio-2018

Por tercer mes consecutivo hubo caída de puestos de trabajo registrados
En mayo, cuando se produjo uno de los picos (del 22%) de la devaluación del 55% del peso, desaparecieron 5.900 puestos de trabajo registrados del sector privado, según datos del sistema previsional SIPA. Y si se toma a los trabajadores registrados totales (monotributistas, autónomos, estatales), la pérdida fue de 16.900 puestos (-0,1 %) con respecto a abril.
Es la tercera caída mensual consecutiva, tendencia que se mantiene en Córdoba.
Por otra parte, según la Encuesta de Indicadores Laborales de junio, la expectativa de creación de empleo entre los empresasarios es la más baja desde 2014 (-1,1%), lo que constituye una muy mala noticia para la proyección anual de la tasa de empleo y desempleo. El guarismo marca la relación entre las empresas que prevén agrandar y las que quieren reducir la planta de personal. Con estos datos, más la caída del 5,8% de la actividad económica durante el mes de mayo, la recesión que afecta a la economía es de libro. El gobierno dice en voz alta que será una “recesión corta” pero, por lo bajo, los economistas y técnicos del oficialismo miran las tasas y el ajuste y admiten no habrá primavera en septiembre.
Con respecto a la caída de puestos de trabajo, uno de los sectores que más decayó fue la construcción, efecto del mismo cóctel de ajuste, devaluación y caída del ingreso.
Estos datos no contemplan el empleo en negro o el mercado informal, que sufrió una fuerte caída como consecuencia de la recesión. Miles de changas y trabajos precarios perdidos como efecto de la caída de ingreso real de la clase media, que está derramando ajuste.