Fuerte rechazo vecinal a la autovía de montaña
Con una participación histórica de los habitantes de Punilla, culminó hoy la audiencia pública convocada por el gobierno de la Provincia para evaluar el impacto ambiental del primer tramo de la autovía de montaña, que en sus primeros 14km atraviesa bosque nativo protegido y uno de los mayores yacimientos de uranio. De 355 oradores, 285 se pronunciaron en contra (80,2%) y 70 a favor (19,8%), en su mayoría funcionarios o jefes comunales de las localidades afectadas al trazado.
jueves, 17-mayo-2018

Vecinos de diferentes localidades de Puntilla se expresaron masivamente en la audiencia pública (Foto: Gentileza Anred)
Con la opinión de Sergio Paredes, un vecino de Villa Giardino, finalizó la audiencia pública convocada por el Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de la Provincia de Córdoba, que duró 7 días por la gran participación de los habitantes del Valle de Punilla y que reflejó un fuerte rechazo vecinal al trazado original del gobierno.
De 355 oradores que hicieron uso de la palabra, 70 se expresaron a favor del proyecto (19,8%) en su mayoría funcionarios provinciales, legisladores de UPC y Cambiemos, intendentes de las localidades afectadas, en tanto que 285 lo hicieron en contra del Estudio de Impacto Ambiental que presentó el gobierno de Schiaretti (80,2%) y que se expresó a través de vecinos, organizaciones sociales, fundaciones y expertos en medio ambiente.
“La participación de la gente fue histórica, transitamos 20 días de un proceso vertiginoso que movilizó a toda la comunidad del Valle de Punilla, que se expresó de manera contundente en contra de un proyecto que va a afectar el medioambiente, el turismo y la salud de la población”, resaltó a Al Revés Javier Astrada, vocero de las distintas asambleas de vecinos autoconvocadas de los diferentes pueblos afectadas al trazado oficial.
Esta audiencia fue para conocer la opinión sobre el estudio de impacto ambiental de los primeros 14 kilómetros de los 45 que tiene el proyecto de autovía de montaña, y que comprende desde la comuna de San roque hasta Casagrande, apenas pasando Cosquín.
Entre los principales cuestionamientos está que el proyecto atraviesa un yacimiento de uranio de 100.000 toneladas (uno de los más grandes de Argentina) “que contaminará el agua que bebemos el 70% de los cordobeses. A partir del movimiento de este mineral, gases radioactivos cancerígenos contaminarían grave y rápidamente las cuencas y el aire”, sostuvieron los vecinos en las audiencias.
Además, el 76,4% de su trazado invade zonas rojas que son áreas naturales protegidas de bosque nativo, “dañando de forma permanente e innecesaria el ambiente natural de las especies que lo habitan”.
Una traza menos dañina
“Que el Progreso no cueste vida” es la consigna que atraviesa los reclamos vecinales. “La propuesta oficial apunta a descongestionar la Ruta 38 (que comunica todo el Valle) y sólo ha tomado en cuenta este único trazado, siendo el de mayor impacto para el ecosistema y el más costoso, cuando se han presentado 6 trazados posibles que implicarían menor contaminación y destrucción con menor impacto ambiental”, advierten los vecinos.
Además, sostienen –y así lo presentaron en la justicia- que “el estudio de impacto ambiental presentado junto al proyecto no cumple con las normas básicas de un informe de tales características y no posee los fundamentos necesarios que avalen legalmente la construcción de esta autovía. Los intendentes de los municipios del Valle autorizaron a la Provincia el uso de suelo a espaldas de sus habitantes”.
“Esta obra afectará los servicios ecosistémicos que nos brinda el bosque serrano, como una mejor calidad de aire y agua, regulación térmica, protección de cuencas y mantenimiento de diversidad. Se interrumpiría el corredor biológico de las Sierras Chicas, lo que se asociaría a una disminución en el valor paisajístico, cultural y turístico”, argumentan, y advierten de los riesgos futuros: “La traza de la autovía proyectada coincide con la falla de las Sierras Chicas, una zona muy débil e inestable, que generará derrumbes, como ocurre actualmente en el Camino del Cuadrado, poniendo en riesgo a quienes lo transiten”.
En función de todos estos argumentos, el 80% de los que participaron de las audienicas solicitaron “que se detengan las obras y se opte por una alternativa menos destructiva, que no atente contra la vida de todos nosotros”.