“Gendarmería está siguiendo directivas equivocadas”

Diego Escolar, doctor en Antropología de la UBA, investigador del Conicet y especialista en Gendarmería, analizó el rol que está ocupando una fuerza que “en dos meses está tirando por la borda una imagen que construyó en los últimos 20 años”. En diálogo con Nada del Otro Mundo, señaló como hipótesis “que está cumpliendo órdenes estúpidas del gobierno nacional”.

 jueves, 12-octubre-2017


La desaparición de Santiago Maldonado puso a Gendarmería en el ojo de la tormenta, porque es la principal sospechada de lo que pasó con el joven el 1 de agosto en la Pu Lof de Cuschamen, en Chubut.Y en los últimos quince días ingresó sin razón alguna a la Universidad Nacional de Rosario durante un acto por Santiago, y la semana pasada allanó una radio minutos antes de que fuera entrevistada en esa emisora CFK.

“Gendarmería perdió en estos dos meses su imagen pública, porque era vista como una fuerza profesional, no corrupta, que en los últimos 20 años buscó despegarse de todo resabio de asociación con el pasado dictatorial. Pero ahora actúa como si fueran los 70, y está perdiendo rápidamente ese capital democrático”, señaló Diego Escolar, antropólogo de gran trayectoria internacional, investigador de Conicet y estudioso de la Gendarmería.

“Me cuesta creer que como institución no se haya dado cuenta de que lo que está haciendo la puede perjudicar, y por eso hago algunas reflexiones: o internamente no hay una posición unificada, o está recibiendo fuertes presiones, órdenes del gobierno nacional. Estas actitudes tienen que estar avaladas por el gobierno, porque raramente estas instituciones se toman atribuciones si no hay una orden superior, salvo cuando les dan órdenes poco claras, entonces empiezan a desorientarse y a hacer cualquier cosa”.

Para Escolar, graduado con una tesis postdoctoral en la Universidad de Berkeley, California, autor de una profunda nota sobre la historia de Gendarmería en la revista Anfibia, “están siguiendo directivas equivocadas y estúpidas, una de ellas meter miedo, pero creo que por una cuestión electoral”. En este sentido, el especialista reconoció que “una gran parte de la población compra este discurso y vota a una fuerza política por eso, precisamente, aunque a muchos de nosotros no nos guste”.



Doble función

Fundada en 1938 para custodiar las fronteras, Gendarmería es una fuerza bífida: es militar y policial a la vez, que es un rasgo problemático por nuestra historia con la dictadura. Para evitar que los militares intervinieran en seguridad interior, a partir de la crisis neoliberal de fines de los 90 la Gendarmería fue utilizada para contener al movimiento piquetero y a la vez para controlar a las policías, que se autoacuartelaban y tenían comportamientos autónomos y mafiosos.

“Aunque había un pacto de los dos principales partidos desde 1983 para que los militaresno intervinieran en conflictos de seguridad interior, desde fines de la década del 90 se transformó en una pieza principal para garantizar la seguridad interna y la gobernabilidad”, recuerda el entrevistado.

El enemigo interno

Gendarmería no reprimió los cortes de ruta de las patronales agropecuarias en el 2008, pero siempre actúa contra el que es su enemigo potencial: los sectores más vulnerables, los portadores de rostro, los pueblos originarios. “Hay una racialización de la idea de enemigo, histórica de Gendarmería con los pueblos originarios fundamentalmente, con quienes se ejerció una represión brutal en el Chaco al poco tiempo de crearse. Justo ahora se cumplen 70 años de la masacre de Rincón Bomba, contra el pueblo de Pilagá”, señala Escolar.

Tan arraigada está en la fuerza esa enemistad con los indios, que advierte que “los propios textos de Gendarmería reivindican su fundación en su lucha con los indios. En los 90 ese enemigo fueron los piqueteros, en los 70 los subversivos, luego buscó despegarse de ese pasado represivo, pero hoy todo eso lo están tirando por la borda”.