Pablo Ramos

Gilligan no está solo

Ningún hombre es una isla
ningún Gilligan está solo
ergo Gilligan no es una isla
en un gobierno de adictos a la plusvalía financiera
que juegan en las oscuras ligas del poder offshore
al subsecretario del presidente lo forzaron a renunciar
después que el escándalo del millón de dólares en Andorra
amenazara con huracanizar la ya deteriorada ética de otros funcionarios
porque desde la familia Macri para abajo
las fondos negros atesorados en paraísos fiscales
son una práctica constante
dejarlo naufragar a Gilligan en el mar de la corrupción
es preferible a tener que seguir dando explicaciones absurdas
sobre el origen turbio de los millones de dólares evadidos
mientras ajustan sueldos, despiden trabajadores, recortan jubilaciones
se torna insostenible el relato macrista
durante la pesada herencia kirchnerista
parece que no les fue tan mal a los CEOS cambistas
porque en Bahamas, Panamá y Andorra
anduvieron colocando dinero que deberían haber declarado en el país
como cualquier mortal ciudadano que no accede a estos privilegios evasivos
El ministro Caputo demostró ser un hábil tahúr en la timba financiera
movió más de 300 millones en negro a través de varias empresas fantasmas
y compró bonos argentinos que él mismo emitió
Arribas, el hombre que nos espía, también se hizo de sus billetes malhabidos
eso si, parecen tipos fieles a sus amigos y familiares
ya que todos aducen que se trato de hacerle la gamba a alguien
que no sabía que hacer con los excedentes millonarios
más que un millón de amigos
tienen un puñado de amigos millonarios
Gilligan no está solo
aunque parece haber despertado a la adormecida Laura Alonso
que hace la plancha en la oficina anticorrupción
le mandó un escrito de seis líneas para argumentar su inocencia
seis lineas parecen más dignas de un posteo o un twit
es que las palabras no son el fuerte de estos muchachos
lo suyo son los números
los gestos mediáticos
y los sermones evangélicos
si se puede, dicen
pero hasta ahora los únicos que pueden beneficiarse con este modelo son ellos