Hay empresarios y empresarios

Desde que el presidente Alberto Fernández les advirtió a los grandes empresarios que iba a ser duro con los que despidan y les avisó que “llegó la hora de ganar menos”, comenzó a notarse cierta presión desde el sector. El dueño de la cadena de supermercados Coto se quejó del esfuerzo que hacen las empresas y dijo que la cadena de pagos está quebrada. En la vereda de enfrente, el dueño de Guaymallén, respaldó al gobierno y expresó que continuará pagando los sueldos y que no echará a nadie. Hoy se concretaron los 1450 despidos en el Grupo Techint y se conoció que las cadenas comida rápida recortaron más del 50% de los sueldos de sus empleados.

 martes, 7-abril-2020

El dueño de la cadena de supermercados Coto manifestó su descontento con los posibles impuestos al sector. "Si vamos a correr el aparato productivo, esto se acabó", dijo el empresario que, además, también se mostró preocupado por el impuesto a la riqueza.


La relación entre el gobierno nacional y algunos representantes del sector empresarial del país se mantiene tensa desde que el Grupo Techint – propiedad del multimillonario Paolo Rocca – decidió despedir a 1450 trabajadores a fines de marzo en medio de la crisis social y económica generada por la pandemia. A partir de allí, el presidente Alberto Fernández advirtió que iba a ser duro con aquellos que dejen sin trabajo a sus empleados y les avisó de forma contundente: “llegó la hora de ganar menos”.

Días después circuló una carta anónima titulada “Rebelión fiscal ahora o nunca” en donde –supuestamente- un grupo de empresarios – autoproclamados “revolucionarios”- convocaba a suspender el pago de impuestos por 90 días y a exigir un Estado más austero, con reducción del gasto público. Una propuesta que encuentra coincidencias con los cacerolazos y el pedido de Cambiemos de que haya un recorte del 30% en las dietas de los legisladores para así poder contar con los recursos necesarios para enfrentar la pandemia.

Ayer el oficialismo, a través del diputado Máximo Kirchner, presentó un proyecto – que trabajarán en comisión – que incluye tres ideas: un impuesto extraordinario a quienes hayan ingresado en el blanqueo de capitales en el año 2017 que afectaría al 1% de la población; otro impuesto de alrededor del 1,5% a la riqueza/patrimonio; y un límite a la rentabilidad de las grandes cadenas de supermercados.

Casualmente, respecto de estos últimos dos puntos, el dueño de hipermercados Coto manifestó estar en contra de la iniciativa para su rubro. Según expresó en Radio La Red, la cadena de pagos está quebrada y las empresas están haciendo un esfuerzo muy grande para mantener la actividad y la cantidad de empleados. “Si vamos a correr el aparato productivo, esto se acabó”, disparó Alfredo Coto quien tiene una fortuna de alrededor de 870 millones de dólares de acuerdo al ranking de la revista Forbes del año 2018.

En la vereda de enfrente, el empresario y vicepresidente de la fábrica de alfajores Guaymallén, Hugo Basilotta, respaldó al gobierno nacional y su paquete de medidas en el medio de la emergencia por el coronavirus. Por medio de su cuenta de Twitter, aseguró que no despedirá a ninguno de sus operarios y les pagará sus sueldos “trabajen o no trabajen”. Si bien admitió a BAE que habrá gente que realmente no podrá pagar, estimó que “el Estado le dará una mano”. Respecto de los empresarios que alertan sobre posibles pérdidas económicas y/o cierre de negocios, dijo que “hay empresarios y empresarios”. “Me gustaría ver los pasaportes y todas las propiedades que tienen muchos de los que se quejando”, criticó el empresario que desde hace años basa su actividad en la regla “mucha producción y baja rentabilidad”.