“Hay una derecha peligrosa que tiene conexiones con el poder”

El neonazi Biondini y los 20 millones que no fueron nos ofrecen la posibilidad de hacer foco sobre la ultraderecha argentina. Para el historiador Daniel Lvovich, Biondini forma parte de una derecha repudiable pero casi insignificante y la derecha peligrosa es una menos visible: la que está inserta y conectada en espacios con más poder.

 sábado, 15-julio-2017

Lvovich dice que sectores como el de Bionidini son casi marginales. La ultraderecha peligrosa está inserta en las grandes estructuras.


La noticia de que el partido que lidera Biondini iba a recibir 20 millones de pesos para impresión de boletas (cosa que al final no sucedió) generó una mezcla de estupor y rechazo. Sin embargo, es una buena excusa para tratar de desentrañar de dónde vienen esos movimientos filonazis y qué peligros entraña la actualidad de la ultraderecha nacional. “Siempre va a haber expresiones de extrema derecha que puedan prender en momentos de crisis social, pero el tipo de modalidad y de discurso de estos movimientos neonazis no tienen muchas chances de ser exitosos en Argentina”, le comenta a este portal Daniel Lvovich, historiador que ha realizado trabajos sobre algunos movimientos de ultraderecha.

El problema, para Lvovich, es la falta de relación con las problemáticas particulares, locales. “Ese tipo de grupos está condenado a cierta insignificancia en términos electorales. Son una mezcla de grupos ideológicos extremos, donde van a parar marginales de distintas marginalidades”, reflexiona el historiador.

Sin embargo, hay un sector de esa derecha radical que se hace más peligroso (y más siniestro) por su invisibilidad: “Hay grupos de extrema derecha que no son como Biondini (los ultranacionalismos católicos, por ejemplo). Son más complicados porque tienen sus contactos y conexiones”. Estas conexiones pueden darse hacia el interior de la Iglesia, o del peronismo, o de Cambiemos, “pero no tienen una manifestación electoral”. Para Lvovich, esos sectores “son más peligrosos” porque están dentro de estructuras “con una importancia política mayor”. Y más aún cuando esa vertiente de opinión se hace pública: “Que un partido marginal se manifieste en contra de inmigrantes de países limítrofes es repudiable, pero no significa mucho. Ahora bien: que lo haga un senador como Pichetto o como Macri cuando fue lo del Parque Indoamericano es otra cosa”. La dimensión y la potencia del mensaje, está claro, son diferentes. “Si lo dicen algunos con esa entidad politica y que pertenecen al mundo del poder es más peligroso”, afirma.

“Que un partido marginal se manifieste en contra de inmigrantes de países limítrofes es repudiable, pero no significa mucho. Ahora bien: que lo haga un senador como Pichetto o como Macri cuando fue lo del Parque Indoamericano es otra cosa”.

Daniel Lvovich, historiador

alejandro biondini alreves.info.ar

Alejandro Biondini haciendo el saludo nazi.

Las raíces

En Argentina ha habido otros movimientos de extrema derecha, incluso con mayor importancia que el partido de Biondini: “Hubo grupos similares, pero ellos llevaron adelante acciones violentas y por eso adquirieron relevancia. Tacuara, por ejemplo, con aprietes, patoteadas, asesinatos e irrupciones en actos políticos”, añade Lvovich. No son tiempos en los que nuestro país parezca tener el terreno fértil para una escalada de violencia así.

Respecto a las corrientes de las que desciende este movimiento, Lvovich admite encuentros “entre sectores de extrema derecha y el peronismo”, ya que algunos de esos sectores “veían a Perón como la encarnación de la Patria”. De todos modos, “el peronismo puede ser una coartada para no decir que son nazis o fascistas. Biondini abreva más en la tradición xenófoba de la vieja derecha europea que en el peronismo”, comenta Lvovich.


“Hubo encuentros entre sectores de extrema derecha y el peronismo. Pero el peronismo puede ser una coartada para no decir que son nazis o fascistas. Biondini abreva más en la tradición xenófoba de la vieja derecha europea que en el peronismo”.

Daniel Lvovich, historiador