“Hay una red de protección patriarcal en toda la estructura del Estado”

Débora Imhoff, investigadora y Prosecretaria de Género en la Facultad de Psicología de la UNC, analizó el cruel escenario que vive nuestro país con los femicidios. Vinculó el fenómeno a una reacción violenta frente a la progresiva conquista de derechos de las mujeres y disidencias. Además, consideró que es necesario un cambio cultural en el cual los varones puedan cuestionar sus privilegios y, a la vez, detectar las trampas que el patriarcado les impone.

 jueves, 25-febrero-2021

El grito desesperado de mujeres y disidencias frente a la protección estatal de la que gozan los hombres violentos y femicidas.


Si bien los números indican que los femicidios no han aumentado – pero tampoco bajan – la sensación imperante es de que “no se puede más”: en Argentina muere una mujer por día como resultado de la violencia machista. Además de que existe una mayor visibilización de los casos, para Débora Imhoff el fenómeno es una reacción a la progresiva conquista de derechos que van logrando las mujeres y disidencias.

Para la Doctora en Psicología y Prosecretaria de Género en la Facultad de Psicología de la UNC, “el Estado es responsable” no es una consiga abstracta: “es bien concreta”. El rol de las fuerzas de seguridad, del Poder Judicial, de les agentes de la salud pública – entre otres – no contribuyen a disminuir ni a detener los femicidios. “Hay una red de protección patriarcal en toda la estructura del Estado”, aseguró en diálogo con Nada del Otro Mundo.

“La Policía Bonaerense tiene 6 mil policías activos denunciados por violencia machista”, reveló en base a información pública del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. “Ayer un tribunal santafesino desestimó la figura del femicidio en el caso de una mujer que la estrangularon porque se resistió a una violación y absolvió a dos de los tres imputados bajo el beneficio de la duda”, agregó a modo de ejemplo.

En ese sentido, si bien reconoció la importancia de la creación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad y del Consejo Federal para el Abordaje de Femicidios, Transfemicidios y Travesticidios – entre otras medidas institucionales – señaló que no es un suficiente. Una ciudadanía activa que funcione como contralor del Estado para el cumplimiento de las leyes y un proceso de deconstrucción de todas las personas, son ejes esenciales para la investigadora. “Hay que ir socavando entre todos los pilares de la violencia machista: la deslegitimación de la violencia, el descreimiento de las víctimas, cuestionar el amor romántico. Un femicidio no se produce de un día para el otro: hay una historia de violencias”, indicó.

El trabajo con los hombres es otra pata fundamental del cambio cultural. “Necesitamos un trabajo con los varones para que puedan cuestionar sus privilegios, pero también para que puedan detectar las trampas que el patriarcado les hace”, reflexionó. “Los hombres tienen menor expectativa de vida que las mujeres y sufren problemas de salud vinculados con el mandato que el patriarcado les impone”, agregó. “Necesitamos que entiendan que se puede conseguir bienestar y felicidad que no sea a costa de otres”, finalizó.