“Hay una zona gris que esta metodología del Indec no mide”

Especialista en el tema, ex Secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano de la Nación, Daniel Arroyo dialogó con Al Revés y aunque señaló que es una buena noticia que baje la pobreza, alertó que hay un “25% de pobreza estructural que este modelo no va a poder perforar, porque no apuesta al mercado interno”. Advirtió también del costo de los alimentos “que se expresó en un aumento de la indigencia”.

 jueves, 28-septiembre-2017

Los números del Indec se comparan con el 2016, que fue el peor año en los últimos 15 años.


La tenue recuperación de algunas ramas de la actividad económica, impulsada fundamentalmente por la obra pública, se tradujo en una baja de 1,7% menos de pobreza en comparación con el último semestre de 2016, la última medición que había publicado el Indec. Así, pasamos de un 30,3% de pobres a un 28,6% en el primer semestre del año, y del 6,1% de indigentes a un 6,2% según los números que el organismo publicó hoy jueves.

En personas de carne y hueso, implica que hay 11,5 millones de pobres o personas que no superan el ingreso mensual de 15 mil pesos, y 2,4 millones de personas que no llegan a cubrir la canasta básica alimentaria.

En diálogo con Al Revés, Daniel Arroyo, ex Secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano de la Nación, entre otros cargos en la administración pública, señaló que “es una buena noticia que baje la pobreza, que tiene que ver con 3 cosas: un repunte de la actividad económica, la extensión de programas sociales y el desarrollo de la obra pública”.

Sin embargo, el especialista advierte que “hay un 25% de pobreza estructural, de tercera generación, que tiene problemas con el trabajo, con la vivienda, con la educación, con la salud, que estos crecimientos de la economía no van a resolver si no se sostienen en el largo plazo”.

No todo lo que brilla es oro

Como toda estadística, los números del Indec hay que ponerlos en contexto, porque se comparan con el 2016, el peor de los últimos 15 años en Argentina, y que las políticas económicas del actual gobierno nacional no permiten vislumbrar un sostenimiento de la baja de la pobreza según Arroyo: “Hay que pensar y desarrollar un nuevo esquema de la cadena productiva, porque si no se promueve el mercado interno la pobreza puede bajar un par de números, pero se va a trabar en el 25% que es estructural. Y este modelo económico no apunta al mercado interno como eje central, sino a mejorar la competitividad en lo que ya somos competitivos, que es la producción primaria: granos, minería y sector financiero”.

Candidato a diputado nacional por el espacio de Sergio Massa, afirma que para dar vuelta la situación hacen falta “3 millones de nuevas viviendas, generar un sistema de crédito por fuera del sistema bancario que hoy es generador de pobreza -porque todo el mundo está endeudado para sobrevivir-, y afrontar la emergencia alimentaria para bajar el precio de los alimentos, porque el aumento de la indigencia tiene que ver con que esa gente no puede comer”.

Zona gris

“Hoy un 40% de los trabajadores (4 millones de personas) está en la economía informal, es cuentapropista, y esa gente tiene ingresos que fluctúan”, asegura Arroyo, quien apunta al tipo de medición del Indec: “El organismo mide el nivel de ingresos, entonces cuando hay una mejora en la actividad y baja la inflación, baja la pobreza, y si bien viene siendo consistente en realizar la misma metodología de medición, hay otras formas de medir mejor, que se llama multidimensional”.

Sobre este punto, Arroyo destaca que el Indec “no registra el tipo de salud, de educación, de vivienda y de condiciones ambientales de personas que posiblemente estén por encima de los 15 mil pesos mensuales de ingreso, pero que tienen estos otros tipos de problemas. Hay mucha gente en una zona gris que esta medición del Indec no contempla”.