“Hoy cada juez interpreta el derecho según sus ideas políticas”
El jurista Julio Maier se mostró sorprendido por cómo actuó la justicia en el caso de los cuadernos del chofer Centeno, que apunta contra supuestos hechos de corrupción de exfuncionarios kirchneristas y empresarios de la obra pública. "El derecho no tiene ningún significado para los jueces y cada uno interpreta como le parece o como le indican sus ideas políticas", dijo. También criticó la figura del arrepentido, "porque la justicia no puede basarse en la compra de un testimonio o de un testimonio dado bajo extorsión por una persona".
miércoles, 8-agosto-2018

Por Bettina Marengo
“El derecho hoy vale muy poco, por eso no lo ejerzo”.Con esta frase, el jurista Julio Maier comenzó un diálogo telefónico con el portal Al Revés, no sin antes aclarar que no estaba informado de los pormenores de causas calientes como la de los “Cuadernos de Centeno” que investigan el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadío, o la que terminó con la condena a casi seis años de prisión para Amado Boudou.
“La Justicia hoy sufre un problema casi tan grave como durante la dictadura militar, que es que el derecho no tiene ningún significado para los jueces y cada uno interpreta como le parece o como le indican sus ideas políticas”, señaló el ex magistrado y uno de los mayores especialistas en derecho procesal penal de la Argentina.
“Esto siempre estuvo, pero no en los volúmenes que hoy se observan. Además, no solo corre la libre interpretación, sino que también corre dinero en la Justicia, sobre todo en la Federal”, apuntó Maier. “Una persona de mi total confianza me decía el otro día: antes esto no se permitía, había casos muy particulares y se conocían, yo de hecho conozco uno, pero ahora es lo que está sucediendo”.
“El derecho penal tiene que buscar la verdad, y no pagar por testimonios, como sucedió en la investigación por el atentado a la Amia. Ni siquiera en la justicia civil debería existir esa figura”.
Julio Maier, jurista.
Como ejemplo de la “libre interpretación del derecho”, Maier destacó el Memorandum de Entendimiento con Irán que en 2013 firmó el gobierno argentino, durante el gobierno de CFK. Por ese acuerdo, Bonadío imputó a fines del año pasado a la hoy senadora nacional por supuesta “traición a la patria”, delito que le endilgó también al ex Canciller Héctor Timmerman.
“Es prevaricato, porque la ley dice y todos los juristas coinciden en que para que haya traición a la patria tiene que haber un estado de guerra con otro país”, resaltó el ex juez. “No se puede confundir el problema”, dijo. “Calculo que quien interpretó asi lo hizo debido a sus ideas políticas”, consideró.
Una figura muy polémica
Por otra parte, Maier dijo que rechaza la figura del “arrepentido” en el Derecho Penal. En el caso del causa de los Cuadernos de Centeno, el fiscal Stornelli cuenta, para sostener el andamiaje del expediente, con los testimonios de empresarios supuestamente arrepentidos de los delitos de los que se los acusa, y que estarían dispuestos a declarar y colaborar a cambio de suavizar sus situaciones procesales. “Hace 25 años que me opuse a la figura del arrepentido. El derecho penal no puede basarse en la compra de un testimonio, o de un testimonio dado bajo extorsión por una persona, que dice lo que el fiscal o el juez necesita que diga. El derecho penal tiene que buscar la verdad, y no pagar por testimonios, como sucedió en la investigación por el atentado a la Amia. Ni siquiera en la justicia civil debería existir esa figura”, se explayó.
En la causa por los supuestos pagos de coimas en la obra pública del gobierno anterior, la dupla Stornelli-Bonadío depende en gran parte de los testimonios de arrepentidos como el propio ex chofer Oscar Centeno y los empresarios contratatistas Juan Carlos de Goycoechea, Javier Sánchez Caballero y Ángelo Calcaterra, este último primo del presidente Mauricio Macri.
Una “cosa rara”
Maier resaltó que el expediente de los Cuadernos está bajo secreto de sumario y sostuvo que sabe “lo que dicen los periodistas”. Sin embargo, “como ciudadano” dijo que le pareció “cosa rara” que el diario La Nación no haya publicado la noticia cuando recibió los cuadernos del chofer del detenido Roberto Baratta, ex número dos de Julio De Vido. “Recibió los cuadernos, luego el dueño los quemó y luego el diario fue con las fotocopias al fiscal. Podría haber sacado una página principal con la información”, elucubró.
“La pericia sobre los cuadernos originales la hizo en privado el diario La Nación y dicen que le dio bien, pero no hay peritaje, porque un peritaje se hace en la Justicia. Las fotocopias dejan resquicios para la impugnación”.
Julio Maier, jurista.
Si bien consideró que “se puede trabajar” sin los originales, planteó que las fotocopias “dejan resquicios para la impugnación” por parte de las partes. “La pericia (sobre los cuadernos originales) la hizo en privado el diario La Nación y dicen que le dio bien, pero no hay peritaje, porque un peritaje se hace en la Justicia, con intervención de los que pueden ser perjudicados o beneficiados por la prueba”, remarcó.
“Antes los jueces no eran importantes, eran hombres y mujeres mediocres que vivían de un sueldo, como un empleado. Los jueces nunca fueron grandes juristas y regularmente estaban detrás del poder”, cerró el académico.