Independencia suspendida
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pospuso hoy la declaración de independencia unilateral de la región y pidió a cambio diálogo a España y mediación internacional para destrabar la grave crisis creada por su plan secesionista, que generó incertidumbre y fuga de empresas en la región.
martes, 10-octubre-2017

Las masivas manifestaciones del pueblo catalán en favor de su independencia de España.
“Asumo el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”, dijo el líder secesionista, Carles Puigdemont, ante la atención en una esperada presentación ante el “Parlament” en Barcelona. Sin embargo, lanzó una frase que eclipsó a la primera: “Con la misma solemnidad proponemos que el Parlamento suspenda la declaración de independencia para emprender un diálogo y llegar a una solución acordada”.
El giro de último momento buscó consolidar su posición pero tirándo la pelota al gobierno central de Mariano Rajoy, que viene descartando cualquier “mediación entre la ley y la desobediencia” y que adelantó que respondería con firmeza cualquier forma de declaración de independencia en Cataluña, inclusive esta diferida que propone Puigdemont.
Y aunque el 1 de octubre el “sí” a la ruptura con España ganó con un 90 por ciento en un cuestionado referéndum, el plan soberanista fue sufriendo varios golpes los últimos días por la falta de apoyo internacional, la catarata de grandes empresas que vienen abandonando Cataluña por la incertidumbre y las masivas marchas contra la independencia celebradas el fin de semana.
“No esperen ni amenazas ni chantajes ni insultos de mi discurso, es momento de mucho diálogo y valentía”.
Charles Puigdemont, presidente de la Generalitat catalana.
Puigdemont admitió que en Cataluña hay “mucha gente preocupada”, atribuible a la ola de empresas que están abandonando la región por la incertidumbre del plan soberanista. “A todas estas personas que tienen miedo les quiero enviar un mensaje de comprensión, serenidad y tranquilidad. El Gobierno de Cataluña no se va a desviar un milímetro de su compromiso con el proceso de progreso autonómico”, prometió.
“No somos unos delincuentes, no somos unos locos, no somos unos golpistas, no somos unos abducidos. Somos gente normal que pide poder votar y que ha estado dispuesta a todo el diálogo que fuera necesario para hacerlo de forma acordada”, sostuvo el líder catalán, para luego anunciar la independencia y suspenderla por “unas semanas”.