Insaciables

Como ocurre siempre con el sector agroexportador, la liquidación de divisas en abril y mayo se redujo de manera importante, la más baja en 7 años. Es un clásico mecanismo de presión que implementa una de las ramas más poderosas de la economía para forzar otra devaluación del peso.

 miércoles, 14-junio-2017

La retención de la cosecha se realiza para presionar por una nueva devaluaicón del peso.


Según publica Página/12 a partir de un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en dos meses de liquidación habitual de los dólares de la soja (abril y mayo), los productores ingresaron apenas 4344 millones, la cifra más baja de los últimos siete años, incluso 9,4 por ciento por debajo de 2015, cuando también retuvieron la cosecha a la espera de un triunfo de Macri.

Apenas asumió como presidente, Macri devaluó un 60 por ciento en diciembre de 2015 y redujo un 5 por ciento las retenciones de la soja, además de eliminar las del trigo, el maíz y la carne, lo que perjudicó gravosamente las arcas de un Estado, , que dejo de recaudar vía retenciones, , para financiarse con deuda externa en lugar de recaudar a partir de los ingresos de un sector que tiene una renta extraordinaria.

“La verdadera intención del agro es que se produzca una devaluación hacia fin de año que compense las pérdidas de ingresos por la caída del precio internacional de la soja y un dólar que sube menos que la inflación”.

Informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

En números concretos, el año pasado el sector agroexportador pagó 67.180 millones de pesos en retenciones, y si no se hubieran bajado y eliminado retenciones, esa cifra treparía a 115.195 millones de pesos. Esto significa una transferencia del Estado – o sea la ciudadanía- de 48.015 millones de pesos a los empresarios del agro, mientras la pobreza afecta a casi la mitad de los niños y adolescentes argentinos, y la suba de los alimentos no se detiene aunque se haya desacelerado un poco.

Las conclusiones de CEPA son que el dólar sube por debajo de los precios, y que la caída de la cotización internacional de la soja lleva a que los exportadores fuercen otra devaluación para recuperar utilidades. “El piso de la devaluación que el sector agroexportador espera para después de las elecciones lo adelantó la propia Bolsa de Cereales al afirmar que prevén un dólar de 17,5 pesos para septiembre, un 11,7 por ciento más alto”. Esto también es parte del ajuste anunciado por el propio gobierno nacional.