Jugar contra la tribuna

El director de TNT Sports aseguró que en la Casa Rosada "preocupan mucho" los insultos contra Macri en las canchas, algo que empieza a repetirse en las últimas semanas. Un foco de incendio inesperado para el presidente en el ambiente que lo lanzó a la política.

 miércoles, 21-febrero-2018

El ministro Rogelio Frigerio estuvo en cancha de River. Se fue cuando empezaron los insultos.


Cuando sucedió en cancha de San Lorenzo, hace tres semanas, sorprendió. Cuando sucedió este último fin de semana en cancha de River, ya tomó otro color, un efecto contagio cuya sola posibilidad hace que el gobierno vuelva su cabeza y preste atención al fútbol. Los cantos contra Macri en las tribunas de fútbol parten de una sospecha de que los arbitrajes favorecen a Boca y/o perjudican a sus rivales. Más allá de la veracidad de esa sospecha, Julián Mansilla, el director de TNT Sports, aseguró que esto encendió alarmas en la Casa Rosada.



“Al día siguiente de lo que pasó en cancha de San Lorenzo hubo mucha preocupación en casa de gobierno con este tema”, aseguró Mansilla, directivo de uno de los dos canales que poseen los derechos de televisación del fútbol. La hinchada de San Lorenzo incluso repitió estos cánticos durante un partido de básquet del club.

Este fin de semana, ante un mal arbitraje en el partido frente a Godoy Cruz de Mendoza, la tribuna de River clamó el mismo cántico insultando al presidente. En el medio de todo eso, el presidente recibió al entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto, en Casa Rosada para almorzar. Fue un gesto extraño, porque se pareció a apagar el fuego con nafta. “Echan más leña al fuego invitando a Barros Schelotto. Que el gobierno lo reciba es complicarse más la vida”, dijo Mansilla en una entrevista con FM Delta.

En virtud del rebote que tuvo la noticia, se empezó a correr la bola de que, para equilibrar, el gobierno invitaría al entrenador de River, Marcelo Gallardo. Pero quedó sólo en un rumor. “Yo no tengo dudas de que no hay una conspiración para ayudar a Boca. No es así. Pero me desconcierta que reciban a Barros Schelotto porque sé que al gobierno le preocupan mucho los insultos contra Macri en las canchas“, sostuvo Mansilla.

Con problemas dentro de su gabinete, el presidente encuentra un problema en un terreno que conoce bien. Sabe perfectamente que, en Argentina, un penal mal cobrado o un gol en offside pueden golpear más su imagen que despidos o funcionarios con empresas offshore.