Paula Quinteros

La angustia de los nadies

"Hay familias enteras que viven del cirujeo", indicó una vecina de la zona sudeste de la ciudad de Córdoba. La pandemia golpea fuerte la economía de los trabajadores informales de los sectores más vulnerables
La crisis generada por el coronavirus llegó para sumarse, no sólo al desastre económico heredado por la gestión de Cambiemos, sino también a la dura realidad que vive nuestra ciudad particularmente. De acuerdo a información estadística brindada por el INDEC, durante el tercer cuatrimestre del 2019 el Gran Córdoba registró un 42,8% de trabajo informal y un 9,2% de desempleo. De esta manera, Córdoba quedó muy lejos de Rosario y Capital Federal, las otras grandes urbes del país.
Pablo Gómez y Federico Luna, miembros de Al Revés, continúan recorriendo los sectores más vulnerables de Córdoba. La mayoría de los vecinos manifestaron la preocupación y la angustia que están padeciendo frente a la incertidumbre laboral y económica y que, lamentablemente, el Estado no está pudiendo mitigar pese a las diversas medidas sociales que ha ido tomando desde que se decretó la cuarentena obligatoria el 20 de marzo pasado.
Distintos referentes sociales aseguraron que el estado de ánimo “está bastante caído” entre los vecinos, tanto por el miedo al contagio como por la falta de salida laboral. Noemí Zapata, presidenta del Centro Vecinal de barrio Autódromo, indicó que hay actividades que están bastante resentidas, sobre todo para aquellos que vienen trabajando “día a día”, como albañiles y empleadas domésticas. “Esta semana ya se les está haciendo más duro”.
En ese sentido, Néstor Chavarría, secretario general de UOCRA, señaló semanas atrás a Cadena 3 que hay 11 mil empleos afectados por la cuarentena en el sector de la construcción y el rubro sufrió un desplome del 22% en febrero. Por otro lado, desde las organizaciones que nuclean a las empleadas domésticas, comentaron que la mitad de las empleadas domésticas están en negro, que muchas tienen más de 60 años – con enfermedades de base – y que, por cuatro horas diarias, estaban cobrando tan sólo 600 – 800 pesos.
La incertidumbre ante la probable extensión de la cuarentena
Las realidades son diversas. En la zona cercana a barrio San Vicente, Adriana del Valle Alcazar, referente de la Bajada San José, explicó que allí la mayoría de los vecinos trabaja en el mercado, donde están muy expuestos al contagio. “Hay algunos que no llegan a su casa”, comentó. La mujer también recordó que “hay familias enteras que viven de la cirujeada”. “Lamento mucho la situación de esas personas. Trato de ayudar en lo que puedo a los vecinos”, expresó.
Una situación similar padecen los vecinos de Villa La Tela. “La situación de la comunidad trabajadora, la de más bajo recursos, está ahí sosteniéndose con los bonos, que no era mucho. Pero ya se les está agotando el mostrador”, puntualizó un vecino del lugar. A su vez, agregó que pensaban recurrir al gobierno municipal o provincial para pedirle 10 mil pesos para 200 compañeros carreros que “son los que más sufren y no les llega nada”. “La situación se pone cada vez más grave. Estamos excluidos”, afirmó con tristeza.
En otros rincones de la ciudad de Córdoba el diagnóstico es similar. Miedo, ansiedad y preocupación. “Un gran porcentaje de nuestros vecinos está con mucho miedo por la pandemia y ansiosos porque muchos viven el día a día. Todo muy triste”, describió Gabriela Maidana, presidenta de la Comisión Vecinal de Los Fresnos. Por su parte, una vecina de barrio Cooperativa La Unidad, expresó que la mayoría de las personas son conscientes de que la cuarentena es la única solución frente al coronavirus y la llevan bien. “Por lo único que están preocupados es por lo económico. Si se sigue prolongando cada vez más el aislamiento, esto se va a poner feo”, advirtió.
Para Mabel Basualdo, referente de la ONG Recursos Humanos de barrio Müller, el malestar se está percibiendo más entre los jóvenes. “Se los nota más ‘depre’ y también hay un alto nivel de delincuencia”, afirmó. También hay un ánimo decaído entre las personas de más de 40 años, de acuerdo a lo que relató Alfredo Bini, del comedor comunitario de barrio Colonia Lola. Otra manera de identificar las expectativas y la preocupación son las redes sociales. Luz Alba Aguirre, de Cooperativa Futuro de Villa Bustos, observó que circula mucha “oración”, como también gran cantidad de información falsa por esta vía. “Muchos grupos de Whatsapp quedaron silenciados y creo que eso habla del estado de ánimo de la gente también”, concluyó.