La balanza del día después
Pablo Carro, cabeza de la lista kirchnerista en Córdoba se mostró muy satisfecho con los casi 10 puntos conseguidos. Dante Rossi, aún fuera de octubre, tuvo una muy buena performance. El análisis de Daniel Passerini y el silencio de Llaryora y Baldassi ...
lunes, 14-agosto-2017

Carro arrancó la campaña con el 80 por ciento de desconocimiento, por eso la valoración de lo obtenido.
A Pablo Carro se lo nota todavía cansado pero contento. Arrancó la campaña sin ser un referente claro del kirchnerismo, con alto nivel de desconocimiento y obtuvo casi el 10 por ciento en las PASO realizadas ayer. “Nos votó el 10 por ciento de los cordobeses, que expresan el voto duro K en la provincia. Si tenés en cuenta que cuando arrancamos la campaña yo tenía un 80 por ciento de desconocimiento, los números fueron muy buenos”. Por su parte, destacó las posibilidades de crecimiento en octubre: “Este piso que logramos se puede ampliar. Podemos alcanzar el 15 por ciento que obtuvo Scotto en el 2013. Hay un electorado desencantado con el gobierno nacional que tampoco encuentra en UPC una alternativa”.
Otro que puede estar conforme -a pesar de quedar afuera de octubre- con su performance es Dante Rossi, quien plantó una bandera radical pura en las internas de Cambiemos y sus números estuvieron por arriba de las expectativas, con el 15 por ciento del voto amarillo, más de un 6 por ciento del total. “Hicimos una gran elección. Competimos contra una lista bendecida, con el apoyo del sector de Mestre. Los 135 mil votos que sacamos ratifican la idea de que hay un radicalismo vivo que ratifica su identidad. La locomotora de Cambiemos en Córdoba tiene que ser el radicalismo“, opinó Rossi. La gran incógnita es saber cómo se comportaran ahora sus votantes: “Llevamos 18 años de gobierno de Unión por Córdoba y los vientos de cambio se están asentando en Córdoba. Yo voy a trabajar para que a Cambiemos le vaya bien en octubre y para que el radicalismo ponga un candidato a gobernador en 2019″.
En Unión por Córdoba, obviamente, las caras no fueron las más felices. El resultado fue más abultado de lo esperado y golpeó duro en el corazón del cordobesismo. “El primer análisis es que se polarizó y hubo un fuerte respaldo al gobierno nacional. Se nacionalizó la elección. Nunca pudimos entrar en la campaña, el desafío ahora es octubre”, expresó Daniel Passerini, cuarto en la lista del peronismo provincial, quien con los números de ayer quedaría fuera del Congreso. “Estamos en el piso de lo que puede sacar UPC. Tenemos diferencias profundas con el gobierno de Macri, en lo económico y en lo social”, dijo el actual legislador, y opinó que Schiaretti no demoró en diferenciarse de Macri (a quien trató de “amigo presidente” hasta hace algunas semanas). “Vamos a buscar ahora que se hable de los subsidios, los fondos de la coparticipación, la distribución de los ingresos”, agregó.
Los dos principales candidatos evitaron declaraciones públicas el día posterior. Llaryora, el gran derrotado, se refugió en su familia (se excusó de hablar porque dijo que tenía el cumpleaños de su hijo). En la vereda contraria, Héctor Baldassi mantuvo la línea que tuvo durante la campaña y sencillamente eligió el silencio.