“La detención de Lula es una decisión política”

El sociólogo Atilio Borón analizó el panorama de Brasil y sostuvo que “la democracia está en manos de un estamento judicial que simplemente sigue las órdenes del poder político”. De todos modos, considera que la situación se puede revertir y pidió aprender la lección: “Tenemos que tener tolerancia cero con los que manipulan desde los medios y presionan jueces”.

 lunes, 9-abril-2018

Para Borón, los gobiernos populares fueron "demasiado benévolos". Criticó el sistema de alianzas de Lula con quienes "hoy lo apuñalaron".


Lula durmió anoche por segunda vez en la celda de la Superintendencia de la Policía Federal donde empezó a cumplir su condena a doce años y un mes de prisión. Para el sociólogo Atilio Borón, el problema no es que un expresidente vaya preso sino que “es una decisión política, porque no hay ningún fundamento, ninguna prueba”. El analista expresó que a Lula se le dio “una condena equivalente a la de un asesino”.

“Como democracia, estamos en manos de un estamento judicial que simplemente sigue las órdenes que le da el poder político. Y cuando el poder político y económico dijeron que hay que sacar de carrera a Lula porque va a ser presidente de nuevo, el Poder Judicial saltó toda norma de procedimiento para meterlo preso”, afirmó Borón.

Según su visión, en nuestro continente cambió la manera y los recursos con los cuales los poderes fácticos sacan del juego a las expresiones populares que ganan capacidad de disputar, por ejemplo, una elección. Ya no basta con los militares: “Para liquidar a un enemigo político necesitás el concurso de 3 categorías sociales: jueces y fiscales dispuestos a hacer un estropicio jurídico; medios de comunicación creando en la opinión publica la sensación de un proceso de corrupción generalizado en el PT; y legisladores corruptos que actúen si el precio es el correcto”.



Este modelo se vio en la destitución de Dilma, se ve ahora con Lula y parece una práctica extendida en todo el continente, allí donde hasta hace no mucho hubo gobiernos populares. Para Borón, esto “deslegitima la democracia y el sistema judicial no sólo de Brasil sino de Argentina, Paraguay, etcétera”.

El también politólogo estimó que “los gobiernos populares tendrían que haber aplicado mano dura contra aquellos que estaban abiertamente violando la ley, incurriendo en manipulación periodística, presiones sobre los jueces y servicios de inteligencia paralelos”. En esa dirección, opinó que la detención de Lula y la persecución en su contra -como corolario final de un proceso contra el PT- encarnan, aún siendo un durísimo golpe, un aprendizaje: “Hemos aprendido la lección: tenemos que tener tolerancia cero con todo eso”.

¿Cómo sigue?

A contramano de la percepción de muchos periodistas y analistas, Borón deposita esperanzas en que los organismos de la justicia internacional puedan tener influencia respecto a lo que está sucediendo en Brasil. “Creo que Lula todavía tiene opciones. Esto es un castillo armado con alfileres que se puede caer en cualquier momento”, sostuvo, al tiempo que previó que el equipo de abogados del expresidente preso acudirán a la justicia internacional para intentar torcer su suerte. Por otro lado, respecto a la cuestión electoral, consideró que “el PT, en alianza con otras fuerzas, puede alzarse con la presidencia de Brasil” aún con Lula detenido. Esas posibilidades dependerán, en gran parte, de cómo impacte lo que sucedió este fin de semana.