La deuda no se ajusta
El gobierno celebró la reducción del déficit primario basada en el aumento brutal de tarifas. Sin embargo, el pago de obligaciones de la deuda no se ajustó: tuvo una suba del 71 por ciento interanual.
viernes, 19-enero-2018

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, confirmó que el endeudamiento externo seguirá siendo alto hasta 2020.
Un análisis del rojo fiscal del gobierno muestra con claridad cuáles son las prioridades y el rumbo económico. El déficit primario se ubicó en un 3,9 por ciento del PIB y Dujovne celebró: la meta fiscal era de 4,2 por ciento, por lo que hubo un sobrecumplimiento. El problema es que cuando se le agrega el rojo financiero ese índice aumenta a 6,1 por ciento del PIB (3,9 de déficit primario más 2,2 de déficit financiero), contra un 5,9 de 2016 (4,3 de déficit primario más 1,6 de déficit financiero).
¿Por qué se da este fenómeno? Porque el gobierno achicó el gasto ajustando la tuerca de los subsidios, que se redujeron un 22 por ciento con los consecuentes y hurticantes aumentos de tarifas. Así redujo el déficit primario. Lo que no achicó fue el pago de los intereses de la deuda, la cual este gobierno hizo crecer como una sombra negra sobre la economía argentina.
El pago de obligaciones creció un 71 por ciento respecto al 2016, llegando a 224.907 millones de pesos, tal como destaca un artículo del diario Página/12. Esto significa un crecimiento de 0,6 puntos del PIB sólo para este ítem. Y aquí aparece el desbalance: el incremento del pago de intereses de la deuda fue mayor a la reducción del gasto público lograda con eliminación de subsidios. Mientras en el primer rubro se pagaron 93.647 millones de pesos, el ahorro por quita de subsidios fue de 65.467 millones.
Para el presupuesto de este año, el gobierno deberá ajustar con mayor variedad, no dependiendo sólo de los subsidios, para alcanzar la meta de 3,2 de déficit fiscal. Para eso, apuestan a los despidos y reducciones de planta en el sector público -utilizando, obviamente, el eufemismo de la “modernización”- y a que las paritarias del sector público estén alineadas con la meta inflacionaria del 15 por ciento y sin cláusula gatillo.