Ayer unas 60 mil personas volvieron a las calles de Córdoba para reclamar por la deuda histórica que tiene el patriarcado con las mujeres y las diversidades.
En un país donde se comete un femicidio cada 28 horas, las desigualdades de género continúan existiendo tanto en el mercado laboral, en la distribución de las tareas domésticas y en el acceso al sistema financiero.
Además, solo el 30% de los puestos de representación política en los Poderes del Estado está ocupado por mujeres.
La lucha continúa
Como cada 8 de marzo, ayer se conmemoró el Día Internacional de la Mujer en todo el mundo.
En Argentina, las movilizaciones fueron multitudinarias y el reclamo se centró en la deuda histórica que mantiene el patriarcado para con las mujeres y las diversidades.
Desde el derecho a la vida hasta las desigualdades en la representación política.
Mientras el machismo busca resarcir la opresión con flores y bombones, una mujer es asesinada cada 28 horas en nuestro país.
En lo que va del 2022, ya se registraron 51 femicidios según datos del Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven.
Además de denunciar la violencia de género, las demandas estuvieron centradas en las brechas de género que existen en el mercado laboral, en el acceso al sistema financiero y en la distribución de las tareas domésticas.
Las mujeres dedican casi el triple de horas semanales a las tareas domésticas, tienen trabajos más informales y ganan hasta un 36% menos que sus compañeros varones.
El desempleo ataca de manera más fuerte a las más jóvenes.
Un 21% frente al 15% que afecta a los hombres menores de 29 años.
Otro punto central que atenta contra la independencia económica y la igualdad de género está relacionado con el acceso al crédito.
Mientras que el 53% de los varones puede acceder a un crédito, solo el 46% de las mujeres cuenta con esa posibilidad.
En consecuencia, no es casual que los sectores de menores ingresos estén integrados mayoritariamente por mujeres y los más altos por hombres.
No hay democracia sin mujeres
En medio de un escenario repleto de desigualdades que profundizan la feminización de la pobreza y mantienen los privilegios de los hombres, otra de las deudas está vinculada a la incorporación de las mujeres en las esferas de poder.
De acuerdo al Instituto Ciencias, Estado y Sociedad, las mujeres ocupan solo el 30% de los lugares de representación política en los poderes del Estado.
En el Senado de la Nación, hay 10 bancas de diferencia entre hombres y mujeres. En Diputados, son 27 a favor de los varones.