Así como interviene para asegurar la calidad, la seguridad y la eficacia de los medicamentos, el Estado ahora intercede para frenar el aumento en los precios de los remedios.
La decisión tiene como escenario una suba del 66% entre septiembre del año pasado hasta ahora y a los principales laboratorios detrás de los productos más vendidos.
Si bien la medida tiene fecha de vencimiento, el acuerdo significa un puntapié inicial para controlar un mercado súper concentrado que siempre buscó imponer sus intereses por sobre la salud de la población.
La pata del Estado, los tentáculos de los laboratorios
Así como el Estado participa activamente en las etapas y procesos que garantizan la calidad, la seguridad y la eficacia de los medicamentos, también puede intervenir en la regulación de un mercado concentrado y con gran poder de lobby.
Con la venia – y conveniencia – de los laboratorios, el gobierno nacional resolvió el congelamiento de los precios de los remedios.
Como medidas de fondo, apuntó al cumplimiento de la Ley de Prescripción de Medicamentos por su Nombre Genérico; a la implementación de un vademécum de acceso público para profesionales de la salud y ciudadanos; y al establecimiento de un precio de referencia para las obras sociales.
“Es un sistema en el que hay que introducir muchas regulaciones. El Estado no interviene en la regulación de los márgenes de ganancias del sector”
Rubén Sajem del Centro de Profesionales Farmacéuticos
Ese, quizás, es el gran punto.
Solo en el segundo trimestre del año, los laboratorios facturaron un total de 135.420 millones de pesos.
Por ende, no está en jaque su rentabilidad. El que predomina es el que se lleva el dinero y termina desfinanciando al resto de los actores.
Posición diferente soportan las pequeñas farmacias que aportan 2/3 de sus dividendos a las prepagas. En ese sentido, el sector acompaña la disposición del gobierno pero entiende que no goza de la misma “espalda” que las empresas productoras, distribuidoras y comercializadoras.
Debido a esto, reclaman una retribución que sea independiente del precio del medicamento.
Reunión del gobierno nacional con los laboratorios
Un subidón de adrenalina
Durante el año pasado, con la crisis sanitaria desatada por la pandemia, los remedios subieron unos puntos por debajo de la inflación general – 31% frente al 34,1% según el INDEC – pero no sucedió lo mismo en lo que va del 2021.
El incremento llegó al 42,4% y superó en 5 puntos a la inflación acumulada anual.
Si tomamos en consideración un relevamiento llevado adelante por el CEPA, la escalada más brutal se produjo a partir de septiembre del año pasado, coronando un 66% de aumento en los precios de los medicamentos hasta ahora.
El analista económico Luca Giovacchini detalló que el origen de la estampida estuvo más relacionada con una recomposición de las ganancias del sector empresarial que con las variaciones en dólar.
“Entre abril y octubre, los medicamentos aumentaron un 23,6%, cuando la devaluación del período fue del 6,8%”
Luca Giovacchini del CEPA
Si a eso le sumamos que las ventas crecieron en un 70% hasta agosto y que los productos más recetados corresponden a las principales empresas que dominan el mercado, el negocio termina siendo muy saludable para unos pocos.
La Aspirina y el Paracetamol como analgésicos, antiinflamatorios y antifebriles; la Levotiroxina para el hipotiroidismo; Enalapril, el Bisoprolol y Losartán para la hipertensión; el Alprazolam y Clonazepam como ansiolíticos; y la Metformina para la diabetes, son las marcas que lideran el ranking.
En la letra chica de cada producto, aparecen los nombres de los gigantes Roemmers, Phoenixgador, Gador, Casasco, Montpellier, Bagó, Baliarda, Raffo, Sanofi Aventis y Bayer.
Casualmente, son los diez laboratorios que controlan el 50% de la facturación total.
Frente a un escenario complejo en donde los peces gordos se comen a las mojarritas, la disposición de la Secretaría de Comercio Interior significa un puntapié para detener su glotonería.
Apretado por los indicadores económicos, el gobierno nacional se sumergió en un mar convulsionado que, en otros momentos de la historia, consiguió derrocar presidentes e imponer los intereses de los poderosos por encima del derecho a la salud de toda población.
Roemmers es uno de los laboratorios que controla el mercado de medicamentos