La implementación del dólar soja contribuyó a incrementar el stock de LELIQs y el nivel de endeudamiento.
Por cada peso que hay en circulación, aparecen dos pesos en LELIQs.
Si bien mantienen en moneda local recursos que podrían volcarse al dólar generando expectativas devaluatorias, otra opción sería destinar esas letras al crédito productivo y al consumo.
Lanza la bola
En materia de emisión, las Letras de Liquidez – LELIQ – adquirieron una importante dimensión en el stock de pasivos remunerados del Banco Central.
Junto a otros títulos y pases, hoy rondan los 9 billones.
La novedad es que, durante los últimos dos meses, se produjo un fuerte salto que incrementó su volumen.
Actualmente, hay dos LELIQs por cada peso que anda circulando
Según nos detalló Luca Llorens, economista del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad, la implementación del dólar soja, la caída de los bonos del Tesoro y la convalidación de nuevas tasas de interés – en torno al 75% – impulsaron la bola de nieve de estos títulos.
“Esos 8 mil millones de dólares que el Estado logró recaudar de la liquidación de la soja, obligó a poner un billón de pesos que obtuvo a través del endeudamiento mediante LELIQs y Notaliq, principalmente”
Luca Llorens, economista de OTES
A pesar de las alarmas que despierta la situación, Nicolás Pertierra – economista de CESO – aclaró que las LELIQs son menos riesgosas para el sistema financiero que las LEBACs, por ejemplo.
No las pueden comprar personas individuales ni fondos de inversión extranjeros
Solo los bancos comerciales y bajo cierta regulación
“No tienen permitido pasar todas las LELIQs a dólares como sucedía con las LEBACs”
Nicolás Pertierra, economista de CESO
En ese sentido, el investigador de CESO consideró que representan un “mal menor”.
Absorben la liquidez del sistema financiero y mantienen en pesos recursos que podrían presionar – indirectamente – sobre la brecha cambiaría.
El tipo de cambio diferencial para el complejo sojero provocó un salto importante en el stock de pasivos remunerados del BCRA
Otros destinos posibles
Para Pertierra, otra alternativa para absorber la liquidez y reducir el stock de LELIQs sería dirigir esos recursos a otros destinos en la actividad económica.
Principalmente, al crédito productivo.
“Hoy el crédito es menos del 10% del PBI. Es bajísimo”
Nicolás Pertierra
Son pocas las empresas que pueden financiarse y el crédito que existe es de muy corto plazo.
Así, una solución virtuosa a esta bola de nieve debería apuntar a que esos recursos – que hoy están en LELIQs – se vuelquen al sector productivo y al consumo para que no termine siendo un atesoramiento estéril.
Miguel Pesce, titular del BCRA, es uno de los últimos albertistas que resiste y tiene a su cargo la política monetaria del país