“La libertad es un valor y también una coartada para sostener abusos”

Martín Kohan propone una lectura crítica de las dicotomías planteadas por algunos sectores entre economía y salud, entre salud y libertad y descree de los pronósticos que anuncian que el mundo será otro después de la pandemia. "No habrá ningún giro filantrópico de los explotadores", sentencia y agrega que "la igualdad se logra luchando".

 lunes, 13-julio-2020

Martín Kohan, autor y docente, reflexiona sobre las tensiones políticas y sociales que la pandemia puso a la vista.


El Día de la Independencia puso a la vista, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, la reacción extrema de algunos sectores sociales con la cuarentena implementada en el AMBA, arengada además por referentes de Juntos por el Cambio que hicieron del aislamiento un aliado para la fogonear la grieta. Mauricio Macri, entre ellos, publicó en su Twitter una imagen de la marcha a la que saludó el título de “¡Libres!”. Entre provocadora y negligente, la irrupción del ex presidente que suprimió la salud, la ciencia y la tecnología de los ministerios argentinos, representa la mirada de una minoría refractaria al registro de un escenario de crisis mundial al que solo se puede enfrentar con aislamiento preventivo. “Hay una ilusión de normalidad y que la vida siga como si no pasara nada, y lo que impide que esa ilusión se concrete no es la cuarentena, es la pandemia”, define Martín Kohan, en una entrevista con Nada del Otro Mundo.

El autor de “Me acuerdo”, su novela más reciente, opina que la tensión y el conflicto que plantea la situación no siempre aparece en las falsas dicotomías propuestas por los que se embanderan detrás de la defensa de la libertad. “Hay cosas que no podemos hacer porque hay una pandemia. Ese es el primer punto a discernir en cuanto a qué estamos discutiendo en cada caso. Sobre la base de que hay una situación que nos frustra y a muchísima gente le trae complicaciones, estamos ante una situación excepcional, una circunstancia que el mundo no conocía hace mucho y que pensábamos que la humanidad no iba a atravesar”.

El caso de Jair Bolsonaro le sirve al autor para ilustrar el punto. “La libertad es de por sí un valor y al mismo tiempo es una coartada a la que es fácil echar mano. Es fácil invocar a la libertad y en realidad camuflar otro tipo de dinámicas en nombre de la libertad. Bolsonaro es militar, entonces tiene una relación con la muerte, incluso la propia, que es diferente a la que tenemos los que no nos dedicamos a matar o morir”, dice y agrega que “Bolsonaro sin barbijo, tiene la libertad de ponerselo o no, y ofrendar su vida a la patria porque para alguien con ese tipo de ideales, incluso morir sería una victoria”. Según Kohan, una ideología como la de Bolsonaro, con cierto culto a la muerte y brillo patriótico, “la muerte tiene algo incluso atractivo” y entonces se pregunta por el límite de la libertad personal. “¿Qué pasa con las personas a las que estuvo escupiéndole todo este tiempo. El barbijo es una medida de protección hacia los demás, entonces se invoca la libertad cuando lo que se esta poniendo en juego es cagarse en los demás. Y es algo que puede advertirse en otros órdenes, en el libre mercado, la libertad de contratación, la libre empresa, en nombre de la libertad no se instrumenta otra cosa que el cagarse en los trabajadores”, resume.

“Hay que desarmar la dicotomía que supondría que optamos por la salud o la libertad, porque nos lleva a una posición negligente ante las propias alternativas”, dice y apunta sobre los riesgos que se corren ante las bifurcaciones tramposas en nombre de la libertad. “Es un valor al que adherimos, pero también es una coartada a la que se recurre muy a menudo y una categoría muy propicia para sostener todo tipo de tropelías y abusos: libre empresa, libre mercado, libre circulación. Con mi cuerpo hago lo que quiero, no me pongo barbijo, voy por donde quiero y contagio a todo el mundo. Es una apropiación de la noción de libertad en términos de someter o jorobar a los demás. Si nos plegamos a la dicotomía de libertad o salud, también en nombre de la preservación de la salud, que también sostenemos, han brotado una cantidad de policías vocacionales que también es preocupante a futuro, una pasión de vigilar y castigar, de disciplinar a los demás. Si salimos a una sociedad donde cada uno es policía del que está al lado”.

Escuchá la entrevista completa en este enlace.