La movida del verano
Con más de 43 mil muertos y el número de infectados en ascenso, el año comenzó con aglomeraciones y fiestas clandestinas sin las medidas sanitarias adecuadas. Frente al delicado equilibrio salud-turismo, el gobierno nacional apunta a implementar un toque de queda nocturno y los especialistas advierten sobre la inminente llegada de la segunda ola en el país.
lunes, 4-enero-2021

Gran cantidad de personas sin distanciamiento social en la playa Boutique de Pinamar. Desde el municipio, insisten que se están respetando los "protocolos sanitarios". Fotografía: Fernando de la Orden.
La enorme cantidad de variables que entran en juego al momento de controlar la pandemia contribuyen a la generación de un escenario caótico, en el cual una gran parte de la población relajó los cuidados y se entregó al azaroso e invisible mundo del coronavirus. El inicio del año – y de la temporada – comenzó con aglomeraciones en la costa atlántica, fiestas clandestinas y un sinfín de reuniones sociales con un denominador común: la ausencia de las medidas sanitarias como el uso del tapabocas/barbijo y el distanciamiento social. Según informó Perfil, durante los primeros días del 2021 se clausuraron más de 50 eventos en Mar de Plata a los que concurrieron, en total, unas 4 mil personas.
A pesar de la constante campaña en contra de la Sputnik V, la llegada de las 300 mil dosis de la vacuna de origen ruso parece haber generado la errónea idea de que la pandemia llegó a su fin. Sin embargo, la cantidad de infectados en ascenso y los más de 43 mil muertos que acumula el país son claros síntomas de que el coronavirus nunca se retiró. Para los especialistas, la curva está subiendo con mucha velocidad y lentamente se va sintiendo en el sistema de salud. En ese sentido, advirtieron sobre un fuerte rebrote, lo que aceleraría la llegada de la segunda ola antes de que el gobierno haya logrado inmunizar a buena parte de la población. “La vacuna es la gran esperanza, es la única manera de ganarle al virus, pero tenemos que llegar al momento de la aplicación masiva con la meseta más baja”, explicó el infectólogo Ricardo Lamberghini a La Mañana de Córdoba.
Frente al delicado equilibrio que implica salud-turismo, el gobierno nacional prevé implementar una serie de restricciones focalizadas para contener la cantidad de contagios y evitar la saturación de camas que se podría producir en el transcurso de dos meses: desde mayores controles en balnearios, pasando por un toque de queda nocturno en los lugares turísticos, hasta el regreso a una cuarentena estricta. En sintonía con el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el de CABA, el Estado Nacional insiste con la “responsabilidad social”, además de que busca interpelar, fundamentalmente, al grupo que opera como vector de contagio son los jóvenes de entre 18 y 30 años.