La “mugre” bajo la alfombra de Aguad

El cordobés Luis Juez deja la embajada de Ecuador y pasará a ocupar un cargo bajo la órbita del Ministerio de Defensa, a cargo de uno de sus enemigos históricos y hoy aliado político: el radical Oscar Aguad.

 jueves, 9-noviembre-2017

A Luis Juez le llegó su peor pesadilla: pasará a estar bajo las órdenes de su íntimo enemigo, Oscar Aguad.


Los dichos de Luis Juez sobre el pueblo ecuatoriano, al deslizar que son “mugrientos”, le costaron una salida para nada decorosa de la embajada argentina en ese país. Es que, tras el pedido oficial del gobierno de Lenin Moreno, el cordobés dejará su puesto –desde el cual aprovechó el fútbol para tener grandes apariciones mediáticas, pero con el que tiene poco juego político- y volverá al país para ocupar una silla en el gabinete nacional. Aunque todavía no se sabe el cargo exacto, pasará al Ministerio de Defensa y deberá trabajar a las órdenes de un viejo conocido: Oscar Aguad.



Quizás el paso de los años llene de polvillo los archivos y la memoria, pero Aguad es uno de los enemigos históricos del ex intendente, con quien sostuvo fuertes cruces y de quien llegó a decir que “le dicen represor, su sobrenombre es ‘el Milico’ y estuvo doce años sosteniendo a una banda de hampones y torturadores” (las declaraciones pueden oírse a partir del minuto 7.15 del reproductor que acompaña esta nota). Además, tras unas críticas del actual ministro de Defensa, Juez soltó que “Aguad es demasiado facho para ofenderme a mí”.

El paso de Juez por el ministerio de Aguad sería un pasaje para llegar al Ministerio del Interior. Al menos, esa es la intención del embajador saliente, quien le apunta a la Secretaría de Asuntos Municipales, un cargo más político que cualquiera de los que puedan darle en Defensa.

Un legajo con antecedentes

Los dichos de Luis Juez contra otras comunidades no son novedad. Hace varios años, declaró para un programa deportivo que “Belgrano es el mejor equipo de Bolivia”. Luego, también para una ocasión futbolera –la promoción entre Belgrano y River- manifestó su deseo de que el club de Alberdi resulte victorioso a pesar de ser hincha de Talleres. Y tuvo una justificación llamativa: “Yo odio a los porteños”.