La realidad supera a la ficción
Especialistas en neonatología y obstetricia rechazaron la propuesta de la diputada de Cambiemos, Marcela Campagnoli, quien en lugar de legalizar el aborto propone que la mujer continúe su embarazo hasta el quinto mes, y que luego la gestación continúe en una incubadora. “Es totalmente inviable”, señalaron los médicos.
miércoles, 14-marzo-2018

La diputada Campagnoli propone que los fetos vivan en incubadoras los últimos 4 meses de gestación.
“Es totalmente inviable, no hay sobrevida probada entre la semana 20 y 21 del embarazo”, sostuvieron diferentes expertos en neonatología y obstetricia, en respuesta al disparate que propuso la legisladora de Cambiemos, Marcela Campagnoli, de sacar el feto del vientre de la madre al quinto mes de gestación, y que “la ciencia le de vida en una incubadora para luego poder hader una adopción prenatal”.
Los especialistas agregaron que incluso en las semanas siguientes los riegos para los recién nacidos son “extremadamente altos”. Advirtieron además que esa “propuesta” es sumamente violenta para la mujer.
“Antes de la semana 23 no hay ninguna posibilidad de vida fuera del útero de la madre”, afirmó a Página/12 el jefe de Neonatología del Hospital Italiano, Gonzalo Mariani.
Néstor Vain, profesor titular de Pediatría de la Universidad de Buenos Aires, alertó que “también hay que pensar las consecuencias cuando un chico nace prematuro entre las semanas 23 y 24 de gestación. Los riesgos para los recién nacidos son demasiado altos: casi todos sufren complicaciones respiratorias, hemorragias en sus cabecita, infecciones intestinales graves. No se puede pensar que en los servicios de neonatología se les da de comer y se va sano”.
Ambos especialistas coincidieron en que “tiene que haber causa justificada para que el bebé nazca prematuro”, y es cuando existen riesgos para la madre o el feto. “Pero siempre es la última opción”, indicaron.
Es más, según la Organización Mundial de la Salud, el nacimiento prematuro es la principal causa de defunción en los niños menores de cinco años, y provocó en 2013 cerca de un millón de muertes en el mundo.