La reforma laboral en cuotas

El gobierno vuelve a la carga con su proyecto de reforma laboral, desmembrado en tres proyectos de ley. Incluye algunos puntos muy desfavorables para los trabajadores, como los recortes en las indemnizaciones. Qué intenta aprobar el macrismo detrás de la gran pantalla del Mundial.

 lunes, 30-abril-2018

El ministro Jorge Triaca, junto a los sindicalistas cercanos, que apoyarán la reforma. De fondo, como una ironía, los cuadros de Perón y Evita.


El viernes a última hora, el Ejecutivo remitió los 3 proyectos de ley que conforman la reforma laboral -la resultante de los acuerdos luego del fallido intento de octubre- al Congreso. Entrarán a la Comisión de Trabajo del Senado el miércoles y el oficialismo quiere empezar su tratamiento cuanto antes. En Cambiemos, miran el calendario y buscan que la parte más contradictoria de la reforma se trate durante el Mundial. Y le rezan a Messi para que desde Rusia tape con goles la sepultura de derechos laborales que planea el macrismo.

El primero de los proyectos apunta al blanqueo laboral, con una lista de beneficios para el empleador, ya que quita la responsabilidad judicial por tener empleados en negro, los exime del pago de multas y los borra del Registro de Empleadores con Sanciones Laborales. Además, el trabajador debe “renunciar a toda acción” judicial contra su empleador. La segunda ley es sobre el Sistema de Prácticas Formativas para estudiantes, con cargas horarias de hasta 30 horas semanales y pagos –bajo el eufemismo de “estímulos”- no remunerativos.

El tercer proyecto es el que más interesa a los sindicalistas: establece la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (Agnet). La esperanza para los dirigentes sindicales es que los ayude a bajar la litigiosidad y prestaciones en sus obras sociales, ya que esta entidad evaluará el uso de tratamientos, medicamentos y todo rubro vinculado a la atención de la salud.

Uno de los puntos más preocupantes de la reforma es el párrafo que excluye del cálculo indemnizatorio “el sueldo anual complementario, los premios y/o bonificaciones, y toda compensación y/o reconocimiento de gastos que el empleador efectúe hacia el trabajador”. Traducido: las indemnizaciones serán mucho más baratas. En un contexto económico como el que vive el país, eso puede desatar un festival de despidos.

La CGT practica el abstencionismo

Desde la central obrera –o lo que queda de ella- eligieron, por ahora, correr el cuerpo y esperar a ver qué pasa. El secretario adjunto, Andrés Rodríguez, aseguró que no van a emitir opinión “hasta no tener el proyecto”, aunque adelantó que “en principio no tendría ningún elemento que modifique la ley de contrato de trabajo” y que, si eso no se modifica, la CGT apoyaría la medida.