El Gobierno anunció un proyecto de tributo a la "renta inesperada" que alcanzaría a un 4% de las empresas.
Principalmente agroexportadoras y favorecidas económicamente por el contexto bélico, registran ganancias interanuales de más de 1.000 millones de pesos. El fin es destinar lo recaudado a asistencia social.
“Se incluirá un criterio en que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión el monto de la contribución será menor”
Martin Guzman, actual ministro de Economía.
La medida proyectada generó un fuerte rechazo en los grupos económicos locales y la oposición.
Desde La Asociación Empresaria Argentina (AEA) la crítica no tardó en llegar, apuntando al gobierno por la vigencia de 164 impuestos y la carga tributaria sobre el sector formal de la economía. “La Argentina debe volver a retomar la senda del desarrollo económico y social sostenible”, señaló AEA.
Sin embargo, este tipo de impuestos ya se ha aplicado en 13 países desarrollados, según lo señala en su último informe de mayo la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).
El mito de las cavernas.
Nada más lejano a ser una invención local. El impuesto a la renta inesperada fue una medida fuertemente utilizada en Europa y Estados Unidos. Las transferencias de recursos de un sector a otro, derivadas de un contexto geopolítico antes que por inversión, productividad, o adelantos tecnológicos, llevaron a una intervención estatal para favorecer al sector menos favorecido.
Esta modalidad fue aplicada ampliamente durante contextos bélicos. FIDE apunta que durante la primera y la segunda Guerra Mundial, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Francia, Italia y Estados Unidos sancionaron este tipo de impuesto.
El objetivo era claro.
Que la guerra no beneficiara a ciertos sectores estratégicos en desmedro de una sociedad que se empobrecía producto de la crisis.
Más cercanos en el tiempo, en 2010 Australia sancionó un impuesto extraordinario para las mineras. En 1997 Inglaterra impuso impuestos a las ganancias extraordinarias tras la privatización de grandes empresas de servicios públicos.
En esa misma década, Suecia, Noruega, Canadá, Alemania e Irlanda llevaron adelante impuestos directos a las ganancias extraordinarias por revaluaciones de tierras derivadas de la suba de precios internacionales de materias primas u otras condiciones excepcionales.
El mito de Sísifo.
Hernan Letcher, director de CEPA, sostiene que hay una decisión de instalar que en Argentina se pagan muchos impuestos. Este índice incluye cosas que no se consideran impuestos, como tasas y contribuciones, que son el 70% de los que están incluidos en el listado de los 164.
Argentina, en cantidad de impuestos, está por debajo de todos los países europeos y de Brasil y Uruguay, según datos de la OCDE.
“En Argentina, los pobres pagan mucho porque el IVA es un monto muy importante sobre sus ingresos, pero el rico está lejísimos de pagar con la misma presión fiscal”
Hernan Letcher.
El último informe del Indec sobre Evolución de la distribución del ingreso (EPH) para el cuarto trimestre de 2021, señalaba que el 10% más rico de la población se quedaba con el 21,8% de la riqueza generada, mientras que el 10% más pobre con solo el 3,5%. Distribución que empeoró producto de la alta inflación de este año.
Así, tanto el contexto local como los antecedentes parecieran avalar la propuesta gubernamental, más allá de las objeciones puntuales que pueden existir sobre su puesta en marcha.
En la época de Mauricio Macri, se redujeron Bienes Personales, Retenciones y el Impuesto a las Sociedades. Medidas que profundizaron la regresividad en el país.
Con la excusa de que había muchos impuestos, le perdonó muchos a las grandes empresas, a los ricos. Medidas que no ayudan ni al trabajador ni a las pequeñas y medianas empresas.
Los custodios de las grandes fortunas empezaron a cuestionar el proyecto incluso antes de conocerlo. Porque su trabajo consiste justamente en eso, en profesar un modelo que no hace más que profundizar los niveles de desigualdad tanto de ingresos como de riqueza. Programas de desregulación y liberalización de la economía. Una vez más.