La sangría verde
Al Banco Central se le fueron 1.617 millones de dólares de las reservas por las ventas para rescatar los fondos que quedaron huérfanos de Lebacs y para contener la cotización. Sin embargo, las pizarras le dieron la espalda: la divisa subió 30 centavos. Esta pérdida es la peor de los últimos tres meses y está apenas por debajo de la del 11 de mayo, en plena corrida.
jueves, 16-agosto-2018

El trasfondo del dólar quieto es letal para la economía real.
El presidente del Banco Central, Luis Caputo, salió a dar una pelea quijotesca contra los molinos que el propio gobierno se construyó: las Lebacs. Para desarmar esas posiciones, dijo que estaba dispuesto a rematar todos los dólares que hicieran falta. E hicieron falta muchos: 781 millones en tres subastas en la jornada que pasó, totalizando 981 millones en las últimas dos ruedas, que fueron el núcleo central de la demencial pérdida de reservas de la jornada.
Las reservas cayeron 1.617 millones de dólares, la peor cifra desde el 11 de mayo, cuando la corrida cambiaria ardía y el rojo había sido de 1.894 millones. A pesar de las licitaciones de dólares, el equipo económico no logró contener el dólar, que subió 30 centavos y alcanzó los $ 30,68. En el Banco Nación, la suba fue mayor: cerró a $ 30,50, una suba de 40 centavos.
Durante la mitad de agosto que ya transcurrió, a Luis Caputo se le escurrieron del Banco Central 3.355 millones de dólares. Y la previsión es que la sangría continúe al menos un par de días más. Las reservas parecen tener una herida que no cicatriza y sangra fondos sin parar: desde que entraron los 15.000 millones de dólares del FMI, la caída fue de 8.641 millones.
Desde el BCRA hacen cálculos: según su pronóstico, sólo un tercio de los pesos que salgan de las Lebacs van a ir a buscar redención en el dólar. Esto sería el equivalente a unos 40.000 millones de pesos, o sea 1.350 millones de dólares. No dijeron a dónde creen que van a ir los otros dos tercios. Además, en los próximos vencimientos el problema se reeditará como en cada ‘supermartes’. Las Lebacs representan de aquí a diciembre 950.000 millones de problemas -uno por cada peso a absorber- para Caputo y los suyos.