La última foto de Santiago

Se lo ve a metros de una cabaña, frente a la cual esta parado otro hombre. La imagen impacta, porque pareciera verse hasta su pelo largo, sus rastas. Lleva una campera celeste, la misma que Matías Santana declaró haberle prestado horas antes. Santana es el testigo del cual el gobierno y sus brazos mediáticos se rieron durante días. Al cual descalificaron y desacreditaron con sorna y sin piedad, generando un circo televisivo en torno a unos binoculares.

Santana, miembro de la comunidad mapuche del Pu Lof en Resistencia Cushamen, perseguido por las fuerzas de seguridad, fue el primero que tuvo la valentía de declarar ante la Justicia a cara descubierta para acallar las voces de los que no entienden -o se hacen los que no entienden- el por qué de las capuchas.

La foto fue tomada por la propia Gendarmería, por lo tanto estuvo todo el tiempo a disposición de esa fuerza, que no la hizo pública. Fue hallada en uno de los allanamientos ordenados por el juez Guido Otranto -casi un socio de la Gendarmería- y permaneció en uno de los discos rígidos de la fuerza.

Varias veces, el gobierno y sus socios mediáticos trataron de poner en duda hasta la presencia de Santiago Maldonado en el Pu Lof el día del operativo. Incluso cuando apareció una testigo que dijo haberlo llevado hasta allí el día anterior al 1° de agosto, la desacreditaron. ¿Por qué lo hicieron, si en todo momento tuvieron esta foto en su poder?