La yegua cabalga

Antes de que se decretara el ASPO en todo el país y cuando el coronavirus recién estaba llegando a la Argentina, el diputado radical Mario Negri había definido de manera contundente que el presidente Alberto Fernández era el “comandante de esta batalla” y había manifestado el ánimo de colaborar sin obstaculizar por parte de la oposición.

Sin embargo, desde hace algunas semanas el cordobés insiste en la existencia de un doble comando en el gobierno nacional en el que “el presidente está sometido por quien lo llevó al poder para lograr la impunidad” . “Mientras Alberto Fernández está ocupado con la peste, la Vicepresidenta (Cristina Fernández) cabalga a rienda suelta llevando todo por delante, controlando la Justicia y pensando que la pandemia permite que se suelte hasta a los que se robaron la Argentina”, lanzó esta mañana en Radio Mitre. “Así no habrá certidumbre, así no va a haber más inversión”, advirtió el titular del Interbloque de Juntos por el Cambio quien formó parte del anterior gobierno en el que hubo una fuga de capitales de alrededor de 88.371 millones de dólares.

Tras alertar sobre este exceso de libertad por parte de Cristina Fernández, el legislador apuntó contra la concentración de poder del kirchnerismo y la posibilidad de que instalen una “democracia de un solo poder”, olvidando que durante el último año de la gestión de Cambiemos, el Congreso de la Nación registró la menor actividad desde el año 2012. Pero, luego de su tradicional discurso de respeto a las instituciones, apareció el rechazo a la idea un “Estado expropiador” a partir de la intervención a la empresa Vicentin. Adjudicó el proyecto al ala dura del kirchnerismo, lo calificó de ilegal e inconstitucional y alertó que será un “pleito” que deberán pagar las generaciones posteriores. “El Gobierno va a poner en concurso al país”, alertó en el programa de Marcelo Longobardi.

Casualmente, ayer Mario Negri publicó un artículo en Clarín titulado ¿Del modelo agroexportador al modelo expropiador? , en donde habla de la intención del gobierno de apropiarse de Vicentin, “una empresa comercializadora de cereales”. “El mercado agroindustrial es uno de los más desarrollados y competitivos del país. No hay ninguna justificación para la participación del Estado en la producción en la producción de alimentos”, afirmó en la nota.