Las joyas de la abuela

A partir del acuerdo entre la Nación y las Provincias la actualización de los haberes previsionales pasará a ser ajustada por inflación de manera trimestral, como recomendó el FMI, lo que le permitirá al gobierno un ajuste fiscal de entre 50 y 100 mil millones de pesos.

 sábado, 18-noviembre-2017

El recorte en el gasto público comenzó con ellos y la nueva fórmula de movilidad previsional, por la que siempre pierden.


En el acuerdo con los mandatarios provinciales también se habló de asegurar el 82 por ciento móvil para quienes tengan 30 años de aportes efectivos, pero no sobre el salario en actividad sino sobre el salario mínimo vital y móvil. Si la propuesta avanza significaría, de acuerdo al salario mínimo acordado por el Gobierno y la CGT, 8200 pesos en julio de 2018.

Y aunque los gobernadores pidieron que la indexación de las jubilaciones estén por encima de la inflación, la nueva fórmula de cálculo aún debe ser “plasmada” en las iniciativas que darán forma al acuerdo “conceptual”, como explicó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sin precisar cómo lograrán esa meta.

Desde 2009, la fórmula combinaba el aumento salarial y la suba de la recaudación del Anses para ofrecer dos aumentos anuales, que estuvo siempre por encima de la inflación salvo el 2014, que hubo una devaluación del 27%, y del 2016, cuando la inflación fue del 45%, luego de una devaluación del 40% apenas Macri asumió la presidencia, generando una brutal pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones.

La moneda de cambio que ofreció el gobierno nacional es coparticipar a los gobernadores el 100 por ciento del impuesto a las ganancias, que hoy destina un 20% a las Anses, debilitando la fuente de financiamiento de las jubilaciones, el principal objetivo de la etapa de “reforma permanente” que Macri anunció al día siguiente de ganar las elecciones legislativas del pasado 22 de octubre.