Las otras víctimas del virus
A pesar de las ayudas sociales implementadas por el Estado Nacional, la pandemia golpeó duro al mundo laboral. De acuerdo a un informe del INDEC, hubo 197 desempleados por cada 100 ocupados con ingresos en el país durante el segundo trimestre del año y la brecha económica entre los hogares más pobres y más ricos se amplió 19 veces.
viernes, 25-septiembre-2020

Según el INDEC, durante el segundo trimestre del año hubo mas de dos millones de asalariados menos con respecto al año anterior.
Mientras el país debate, dialoga y cuestiona – desde hace cinco meses – si se “estigmatiza” a alrededor de 10 mil personas que poseen fortunas superiores a los 200 millones de pesos, la tasa de desocupación trepó del 10,4% al 13,1% en el segundo trimestre de este año. Según el informe de Distribución del Ingreso difundido ayer por el INDEC, hubo 197 desempleados por cada 100 ocupados con ingresos entre abril y junio del 2020, cifra que se profundiza en los sectores socioeconómicos más bajos donde la relación fue de 563 personas no ocupadas cada 100 ocupadas. En total, hay más de dos millones de personas sin salario respecto del mismo período del año anterior.
En función del relevamiento realizado en 31 conglomerados urbanos, el organismo detectó un aumento de la desigualdad entre los hogares más ricos y los más pobres: la brecha per cápita familiar se amplió de 16 a 19 veces, a pesar de los programas de asistencia social que implementó el Estado Nacional para paliar la crisis. Mientras que el total de ingresos no laborales – jubilaciones, pensiones, cuotas de alimentos, subsidios y ayuda social – significó el 30,6%, el porcentaje ascendió al 65,9% en los hogares más humildes. A su vez, el salario promedio individual del total de la población fue de 16.174 pesos, pero en los estratos más bajos fue de $10.994, muy por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil.
Por otro lado, una desigualdad que persiste y se profundiza es la de género. Durante el período de cuarentena más estricta, las mujeres percibieron un ingreso promedio menor que el de los hombres: 25 mil pesos frente a $32 mil. Con relación a las fuentes de esos ingresos, el INDEC señaló que las mujeres de bajos recursos dependen en mayor medida de los ingresos no laborales que los hombres del mismo grupo: ellas perciben un 60,7% de ingresos no laborales, mientras que los hombres registran un 76,8% de ingresos laborales.