Lawfare para principiantes
Ayer el periodista Carlos Pagni afirmó que el diario La Nación presionó y extorsionó a jueces de Comodoro Py y que este tipo de prácticas derivaron en un “uso compulsivo e indiscriminado de las prisiones preventivas” contra funcionarios del gobierno de Cristina Fernández. El ex titular de la AFI, Oscar Parrilli, coincidió con las declaraciones del conductor televisivo ratificando la idea de que hubo un plan para deslegitimar al kirchnerismo en donde participaron medios de comunicación, jueces, fiscales, servicios de inteligencia y miembros del gobierno de Mauricio Macri. “Ahora van a decir que Pagni es kirchnerista”, ironizó.
martes, 3-marzo-2020

En el regreso de su programa Odisea Argentina por LN, el periodista Carlos Pagni confirmó la utilización del "lawfare" durante el gobierno de Mauricio Macri
“¿Por qué los jueces empezaron a hacer un uso compulsivo, indiscriminado y probablemente violatorio de determinadas garantías de prisión preventiva?”, se preguntó retóricamente el periodista Carlos Pagni durante su editorial televisiva. Y continuó: “Porque el diario La Nación, un domingo, estuvo por publicar la foto de todos los jueces federales de Comodoro Py diciendo ‘estos también son responsables de la impunidad del kirchnerismo’. Y varios jueces dijeron: ‘tenemos que desplazar esa tapa con otra noticia. Metámoslo preso a Ricardo Jaime’. Y así terminó Jaime preso”, explicó lisa y llanamente el conductor en el regreso de su programa Odisea Argentina que se emite casualmente por el canal LN.
Esta mañana, Oscar Parrilli dialogó con Futurock y resumió su posición respecto de lo dicho por Pagni: “A confesión de partes, relevo de pruebas”. El ex titular de la AFI y actual senador por el Frente de Todos, sostuvo que existió un plan organizado para desprestigiar a los funcionarios que habían formado parte del gobierno de Cristina Fernández y Néstor Kirchner y que, en ese plan, estaban involucrados “los medios de comunicación, jueces y fiscales, el gobierno anterior y los organismos de inteligencia”. “Nos decían que veíamos fantasmas. Hicieron del espionaje político un método de gobierno”. Así, quien fue víctima de escuchas ilegales – como cuando se conoció el audio en donde Cristina Fernández le decía “Soy yo, Cristina, p….” – agregó que fue tremendo todo lo sucedido en la gestión de Cambiemos y que Alberto Fernández se quedó corto con lo de “tierra arrasada”. “Ahora van a decir que Pagni es kirchnerista”, ironizó.
Las fuertes declaraciones del periodista de La Nación generaron repercusión y, en algunos ámbitos, representaron la confirmación de lo que se venía denunciando desde el año 2016: la guerra jurídica mediática contra algunos políticos, o lo que se conoce como “lawfare”. Desde Cristina Fernández que señaló el armado de causas y operaciones mediáticas judiciales en su contra, hasta el mismo ex ministro de Justicia de Mauricio Macri, Germán Garavano, quien admitió que debían revisarse las prisiones preventivas que se dictaron durante su gobierno: hubo 74 empresarios y políticos presos por causas de corrupción, el número más alto de la historia del país. Casualmente, en noviembre del año pasado – antes de que Cambiemos abandonara el gobierno – se determinó que las prisiones preventivas debían ser “la última opción” y se limitó “el libre criterio de los jueces” a partir de un dictamen que aprobó el Congreso. Lo cierto es que esta “revelación” desde las mismas arcas del poder mediático se dio a conocer luego de que el presidente Alberto Fernández anunciara los principales proyectos legislativos de su gestión, entre ellos la reforma judicial – el reordenamiento de los tribunales del país, la fusión de distintos fueros y la redistribución de competencias – y la desclasificación de material de la AFI, específicamente sobre el caso AMIA.
Al respecto, Parrilli avaló la propuesta de reforma judicial del presidente y la intervención a la AFI de la mano de Cristina Caamaño. De acuerdo a lo expresado durante la entrevista radial, el senador consideró que son proyectos que buscan, entre otras cosas, terminar con este tipo de operaciones tendenciosas contra funcionarios públicos con el objetivo de correrlos de la escena política. “Lo que han hecho estos jueces es tan burdo, tan torpe, tan obsceno, que hoy ser juez es casi como tener sarna”, en referencia al desprestigio en que han sumido a la profesión. “La Justicia no es una máquina. Los que tienen que funcionar son las personas. Pero si tenemos jueces perversos, violentos, o que se dejan presionar por los medios de comunicación, no vamos a tener destino en la Justicia de Argentina”, concluyó.