Leche negra, leche verde

Ante la escasez de leche, crece el mercado negro en el rubro lácteo. Productores aseguran que algunas empresas grandes ya ofrecen pagar la leche en dólares. En tres años, la producción cayó 12,7 % y cerraron más de 900 tambos.

 miércoles, 10-abril-2019

Según la Universidad de Avellaneda, en tres años cerraron más de 900 tambos.


La leche se convirtió en un commoditie muy codiciado en la Argentina. Parece mentira, pero uno de los productos emblema de nuestro país ahora es un bien escaso y, como pasa muchas veces cuando hay faltante de un producto, aparece un mercado negro o paralelo. El año pasado, según datos oficiales, la producción fue de 9.500 millones de litros, contra los 12.150 millones de 2017, lo que implica una caída del 22 %. Así, las empresas que buscan leche se quedan sin su materia prima.

Según un informe que publica el sitio BAE Negocios, los productores ya reconocen que les ofrecen en negro 17 pesos por litro contra 11 pesos que es el promedio al cual se negocia actualmente. Según los cálculos, la comercialización informal de leche ya abarca entre el 20 y el 30 % de la actividad. Otra metodología que tienen las grandes empresas para conseguir leche es salir a buscarla ofreciendo pagar en dólares.

El informe cuenta que Danone llegó a ofrecer 30 centavos de dólar por litro de leche.

Mientras la Universidad de Avellaneda informaba en enero que habían cerrado 944 tambos en el país durante el macrismo, que la producción cayó 12,7 % en tres años y que se perdieron 4.100 puestos laborales en el sector, las exportaciones lácteas aumentaron un 37 % en volumen en 2018. Al mismo tiempo, el consumo interno cayó un 2 %. Los precios de la leche aumentaron más de un 170 %, y ahí puede encontrarse la raíz de la baja de consumo.

Ahora, el Gobierno dialoga con La Serenísima y busca llegar a un acuerdo para congelar el precio de la leche –como de otros productos básicos- apuntando a reactivar la demanda. En este sentido, el producto ‘estrella’ es la leche “La Armonía”. Los consumidores de distintas partes del país miden el desabastecimiento fijándose en la góndola si quedan sachets de esa marca o no. Los productores, por su parte, siguen reclamando un precio más justo que evite que caigan en el mercado negro.