“Lo de Lanata es una barbaridad”

Marily Piotti es trabajadora social, especialista en Niñez y Adolescencia e integrante desde el 2005 de la Red Buhito, una organización que defiende los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. En diálogo con Al Revés resaltó que el programa PPT, de Canal 13, que expuso a un niño de 11 años hablando sobre hechos delictivos supuestamente realizados por él, “violó todos los derechos de los niños consagrados en tratados internacionales, leyes nacionales y provinciales”. La familia denunció penalmente al conductor y al secretario de seguridad de Lanús, Diego Kravetz.

 miércoles, 19-julio-2017

La especialista resaltó que la historia de ese niño es producto de un abandono de las políticas públicas destinadas a los sectores más vulnerables. (Foto gentileza Revista Alfilo-FFyH)


Por Camilo Ratti

“Era lo último que le faltaba a hacer a Lanata, meterse con los niños. Lo ocurrido en el programa fue una barbaridad, porque se violaron todos los derechos de ese niño y los de su familia, que leí han denunciado penalmente al programa y a funcionarios de Lanús. Esos derechos están consagrados en la Convención por los Derechos del Niño, y en las leyes nacionales de 2005 y en el caso de Córdoba con la ley provincial de 2011”.

“Ningún niño de 11 años puede hablar así sin el consentimiento de los padres, la prensa tiene que protegerlo y hay procedimientos para hacerlo. Pero la denuncia de la familia dice que estaba todo armado con la Municipalidad de Lanús, con el objetivo de instalar el tema de la baja en la edad de imputabilidad. No está claro aún, pero dicen que el niño habría dicho que lo amenazaron con hacerle cosas al padre, que está preso, si él no decía lo que salió en el programa, además de que es un niño con problemas de salud mental”.

En la grabación difundida por el programa Periodismo Para Todos, que se emite los domingos por Canal 13, un niño de 11 años sale diciendo que es autor de asesinatos y otros hechos delictivos, que es presentado en las cámaras con el mismo apodo con el cual se lo conoce en el barrio, y con un pixelado que no protege la identidad del niño.

“El interés del niño es superior al de otros no porque sean más importantes que los demás, sino porque afectan a la humanidad toda”.

Marily Piotti, trabajadora social, integrante de la Red Buhito, Defensora de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente.

Para Piotti, de largo recorrido y lucha por los defensa de los derechos del Niño, “la realidad de esos niños tiene un contexto: el informe de UNICEF que indica que la mitad de los niños de entre 13 y 17 años en Argentina son pobres, y que tiene que ver con las condiciones en las que viven, con la falta de trabajo, con la disminución de la Asignación Universal por Hijo, ya que muchos jóvenes dejan de ir a la escuela porque tienen que salir a trabajar con sus padres, con la quita del plan Remediar, con el fin del Plan Conectar Igualdad, con los libros que ya no llegan a las escuelas, todos los días se le saca un derecho a un niño” .

Trabajadora Social recién jubilada, pero que sigue involucrada con las necesidades de la infancia a través de la Red Buhito, Piotti advirtió que “una sociedad que no protege la infancia no tiene posibilidades. El interés del niño es superior al de otros no porque sean más importantes que los demás, sino porque afectan a la humanidad toda. Por eso los Defensores de los Niños tienen que ocuparse no solo de los derechos individuales, sino también de los derechos colectivos, de los derechos de toda una generación .

Al margen de la ley y la ética

La producción del programa de Lanata no respetó las prácticas que establece la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ni las recomendaciones de UNICEF y Defensoría del Público sobre cómo deben tratarse las noticias cuando abordan situaciones protagonizadas por niños y niñas. En la Ley 26.522 -que el gobierno desguazó a pedido de Clarín-, pero que siguen vigentes muchos de sus artículos, el 71 establece que “Los licenciatarios deben velar por el cumplimiento de varias leyes, entre ellas la 26.061, de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes”.

Y entre las muchas recomendaciones que UNICEF y la Defensoría del Público señalaban para el tratamiento informativo, el programa PPT las violó a todas. Por ejemplo, “al entrevistar e informar acerca de un chico o chica hay que tener especialmente en cuenta su derecho a la intimidad y confidencialidad, a que sus opiniones sean escuchadas, a tomar parte en las decisiones que les afectan y a ser protegidos frente al daño y las represalias reales o potenciales.

También, que “el lugar en donde debe estar todo niño es con su familia, y sus únicas obligaciones son estudiar, jugar, ser feliz, y tener todas las oportunidades para desarrollarse. Cualquier excepción a esto es una anomalía que debería ser contextualizada y explicada (y denunciada, si es necesario), cuidando no prejuzgar ni criminalizar la pobreza. No estigmatizar aún más al chico o chica, evitando valoraciones o descripciones que le expongan a sufrir represalias, en especial daños físicos o psicológicos adicionales, o a padecer de por vida maltrato, discriminación o rechazo por parte de su comunidad”.