Los héroes descartables
Una protesta en el centro de la ciudad puso a la vista la precariedad en la que trabajan los repartidores de las aplicaciones Rappi, Glovo y otras similares en tiempos de cuarentena. Mientras las empresas los presentan como héroes, sus derechos elementales permanecen vulnerados. La policía reprimió y amenazó con detener a todos los manifestantes, luego de llevarse a dos de ellos y retener sus materiales de trabajo.
viernes, 8-mayo-2020

La publicidad de las aplicaciones de delivery los presentan como héroes, pero a la hora de proteger sus derechos, dejan a los repartidores desamparados.
Una nueva avanzda sobre los derechos de los trabajadores de las aplicaciones de reparto a domicilio culminó ayer con la represión por parte de la Policía de Córdoba de una manifestación en Patio Olmos y dos personas detenidas.
Según el relato de Romina, una trabajadora de la aplicación Rappi, la convocatoria de los repartidores se desarrollo con tranquilidad en las inmediaciones del shopping céntrico y, cuando ya comenzaban a dispersarse, efectivos de la policía se presentaron y comenzaron a reprimir con golpes sin que mediara ninguna explicación ni diálogo. “Se llevaron a dos compañeros de Glovo y Rappi, y los llevaron detenidos hasta las tres de la mañana”, contó en una entrevista con Nada del Otro Mundo. “Además mantienen retenidas las motos y las cajas con las que trabajan. No esperábamos en ningún momento un accionar de este tipo. Después se presentó un comisario que dijo que era el responsable y cuando le preguntamos por qué reaccionaron de esa manera, nos respondió que nos vayamos a trabajar porque si no nos llevaban detenidos a todos. Nunca quisieron dialogar, fue palo va”, relató Romina.
“Estábamos reclamando porque hay mucho miedo y angustia por lo que puede pasar con nuestro trabajo. Cada día salen menos pedidos y lo que antes hacíamos en una hora, ahora lo hacemos en tres o cuatro horas, lo cual nos afecta directamente al bolsillo, porque nosotros generamos ganancias dependindo de la cantidad de pedidos”, explicó y contó que por cada pedido, los trabajadores reciben $55. “Si lo que hacemos en una hora lo tenemos que hacer en tres o cuatro, implica que salgamos más horas a trabajar y arriesguemos nuestra salud más tiempo todavia, porque estamos expuestos al contagio constantemente, sobre todo porque los elementos de seguridad, los guantes, los barbijos, el alcohol en gel, lo aseguramos de nuestro propio bolsillo, no es que las empresas se hayan hecho cargo”.
Mientras tanto, los afiches publicitarios de Rappi presentan a sus repartidores como los héroes de la pandemia, aquellos que sostienen el abastecimiento de productos y ocupan un rol central en el funcionamiento del consumo durante la pandemia. “Nosotros lo que pedimos es el aumento de la base del pedido, que es lo más urgente, así no tenemos que exigirnos más de ocho horas en la calle, y que las empresas se hagan cargo formalmente de proveernos de los elementos de higiene. Ahora es cuando las empresas más ganancias están generando y nosotros más que trabajadores esenciales parecemos trabajadores descartables por cómo nos tratan. Nos tratan como gente que se pueden contagiar y no pasa nada. Esta es nuestra principal fuente de ingreso. Si llegamos a contagiarnos o un familiar se contagia culpa nuestra, no podemos trabajar y no comemos”.