Los militantes del plato de comida
La Red de Comedores Solidarios de Unquillo surgió hace aproximadamente dos meses con la idea de acompañar al Estado en la asistencia alimentaria. Así, por medio de donaciones y colectas, lograron llegar con más de mil platos semanales a estas familias en donde la mayoría de los adultos son changarines, albañiles, vendedores ambulantes y empleadas domésticas.
martes, 26-mayo-2020

Un grupo de personas conformó la Red de Comedores Solidarios de Unquillo para asistir y complementar la ayuda del Estado en cuatro barrios vulnerables y vulnerados de la localidad serrana
A pocas semanas de que apareció la pandemia, un grupo de personas que viven en Unquillo y que tenían acceso al trabajo territorial, detectaron que era necesario acompañar y complementar la ayuda del Estado en medio de la crisis social y económica que profundizó el coronavirus. De esta manera, lograron organizarse para hacer llegar más de mil viandas semanales a cuatro barrios vulnerables y vulnerados de la localidad de Sierras Chicas. “En uno de los barrios, de alrededor de 45 familias, sólo 8 cuentan con ingresos fijos”, explicó a Al Revés Lucía Martínez, integrante de la Red.
La cifra es terrible si se tiene en cuenta que la mayoría de los adultos de esas familias vive de las changas, son albañiles, vendedores ambulantes y empleadas domésticas que vieron afectadas su actividad producto del aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige desde el 20 de marzo en casi todo el país. Si bien desde la organización admiten que estaban llegando los módulos alimentarios (Paicor), la Tarjeta Alimentar y otras ayudas del Estado Nacional, la situación era crítica en esos barrios. “En Quebrada Honda funcionaba un taller para mujeres y, luego de que se dictó la cuarentena, las talleristas recibían mensajes de las mujeres que no tenían qué comer ese día”, comentó Lucía.
Fue a partir de ese disparador, que entre 10 y 12 personas se propusieron cocinar lunes, miércoles y viernes desde la tarde para poder entregar la cena alrededor de las 19 horas, siempre respetando las medidas de seguridad e higiene que corresponden – y que están disponibles – en el marco de la pandemia. Las dinámicas de asistencia varían de acuerdo al barrio. “En Quebrada Honda cocinan tres mujeres distintas en sus casas y luego se reparte la comida de acuerdo a una distribución por pasillos que hay en el barrio”, explicó la integrante de la Red. En cambio, en la ex “Cuetera”, en donde funcionaba el merendero “Sonrisas Solidarias”, se dieron cuenta que era necesario transformarlo en comedor. “Ahora hacemos 130 porciones allí”, comentó.
Los otros dos comedores son “Los Miguelites” en barrio San Miguel en donde entregan alrededor de 90 viandas; y el comedero Eva Perón en barrio Pizarro en donde realizan aproximadamente 110 raciones diarias. “De todo el corredor de Sierras Chicas, Unquillo y La Calera son los dos lugares que tienen los barrios más pobres y populosos”, señaló Lucía. Además, detalló que hay una capa social que está conformada por artesanos, músicos y/o monotributistas que también sufren la falta de ingresos, pero que no acostumbran a solicitar ayuda del Estado.
Respecto de la cuarentena, la “militante del plato de comida” – como prefieren llamarse – consideró que se cumple siempre “de acuerdo a las posibilidades que hay en el territorio”. Según precisó, existe una “cuarentena comunitaria”. “Los niños están juntos a veces, pero a salvo por un rato de otros peligros como la violencia familiar, por ejemplo”, evaluó. “Nosotros intentamos proveer de barbijos y alcohol y apoyamos la idea de fortalecer el “aislamiento comunitario” en la medida de que se le garantice a la gente lo necesario como para no salir del barrio”, aseguró. “No fue ni está siendo sencillo”, concluyó Lucía.
Para ayudar o colaborar con la Red de Comedores Solidarios de Unquillo, podes ponerte en contacto a través de sus redes sociales.