“Los misiles van destinados más a Putin que a Siria”

El analista internacional Walter Goobar analizó los bombardeos que Estados Unidos llevó a cabo este fin de semana con el apoyo de Gran Bretaña y Francia sobre ese país, donde Rusia tiene una base extraterritorial. “El gobierno ruso tiene fundados temores de intentos de boicot y sabotaje al mundial de fútbol que empezará dentro de 50 días”.

 lunes, 16-abril-2018

Trump y aliados europeos apuntan contra el gobierno de Putin cuando atacan Siria.


“Da la sensación que estos ataques responden mucho más a los problemas internos que tiene Trump en Estados Unidos, problemas de alcoba, en el Congreso, con Facebook, porque entre otras cosas los propios países occidentales habían declarado a Siria un país libre de armas químicas en el 2016, por eso no se entiende que se vuelva a repetir esta historia, como lo hicieron con Saddam Hussein”, advirtió el analista internacional Walter Goobar.

En diálogo con el programa Nada del Otro Mundo, Goobar explicó que “los misiles a quien verdaderamente apuntan es a Vladimir Putin más que a Siria. Y el presidente ruso tiene cintura para no responder cuando faltan 50 días para el mundial de fútbol, porque tiene fundados temores de intentos de boicot y sabotaje a ese mundial”.

Incluso Goobar reveló que “Rusia ha construido una especie de internet paralelo porque tiene miedo de que le bajen la palanca de internet, porque eso le impediría realizar las transmisiones”.



Mala puntería

Además de no responder las provocaciones por razones políticas, Rusia, que tiene a Siria como un aliado en la zona más caliente del planeta, incluso con una base extraterritorial en ese país, tampoco lo hizo desde lo militar. “El ataque de Estados Unidos con el apoyo de Francia y Gran Bretaña fue muy magro, 7 de cada 10 misiles fueron interceptados por las baterías antiaéreas provistas por Moscú a Siria, por lo que no tuvieron el impacto que el Pentágono esperaba”, explicó Goobar.

Para el especialista en política internacional, estos ataques forman parte del presunto envenenamiento por parte de Rusia del espía Skripal, que generó problemas diplomáticos con Gran Bretaña. “Hasta el momento no se sabe quién es ese espía, pero ha desatado una nueva suerte de guerra fría entre Whasington y Moscú, y Siria es una especie de frontera de estos, por eso pegarle a Siria es marcarle la cancha a Putin”.

Gendarmes mundiales

El analista repudió la política de “hacer justicia por mano propia, sin ningún mandato de Naciones Unidas, el bombardeo a Siria fue una decisión unilateral de Estados Unidos con sus dos habituales guardaespaldas, que son Gran Bretaña y Francia, quienes convergen en su interés económico de permanecer en medio oriente, aunque eso conlleve fragmentar países, como lo hicieron antes con Irak”.

Para él, “los presidentes norteamericanos pareciera que terminan de asumir en la Casa Blanca con alguna invasión. Lo hizo Busch padre con la Guerra del Golfo, Clinton con los Balcanes, Busch hijo con la guerra de Irak y Obama con Libia, que era uno de los países más ricos y estables de Africa”.

Por último, Goobar alertó que “los países del tercer mundo son escenarios de prueba de nuevos armamentos, de un lado y de otro. Y sin que esto signifique ninguna defensa del gobierno de Al Assad, ni Francia, ni Gran Bretaña ni Estados Unidos deben arrogarse el papel de gendarme internacional. Y menos cuando lo hacen de manera hipócrita, mirando con un solo ojo, castigando atrocidades cuando son gobiernos que no son amigos, y miran para otro lado cuando son presuntamente aliados”.