Los peores del grado
Los intereses de deuda que paga el Estado nacional con relación al PBI son un 50% más altos que los que afronta Perú y 4,5 veces mayores a los que paga Chile, según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA). En tanto, un trabajo del Centro de Economía Política Argentina advierte del crecimiento en estos úlitmos dos años del porcentaje que el presupuesto nacional destina al pago de los servicios de deuda.
lunes, 18-septiembre-2017

Los dólares ingresan por una cuenta y salen por otra. Pura deuda para pagar deuda.
Según el informe de IDESA, “el principal factor que explica estas diferencias es que el mercado impone tasas de interés muy altas debido a las políticas del pasado de deshonrar deudas, pero también por la incertidumbre que existe sobre el futuro”. Y apunta al talón de Aquiles del gobierno: “Se toma en cuenta que no se está contrayendo deuda sólo para financiar inversiones, sino para sostener un gasto corriente desbordado que no se logra cubrir con la alta presión impositiva prevaleciente”.
En otro punto, el análisis resalta que “otro aspecto que genera incertidumbre es que el nivel de endeudamiento no es sólo el 29% del PBI en manos de los privados y los organismos internacionales, sino el 59% del PBI que incluye la deuda con el Banco Central, la ANSES y el Banco Nación, entre otros organismos del Estado”.
“Se subestima la magnitud del endeudamiento y el costo que generan las tasas de interés elevadas”.
Informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA)
En plena discusión sobre el presupuesto del año próximo, un trabajo del Centro de Economía de Política Argentina sobre datos del Presupuesto Nacional, advierte que entre 2010 y 2016 el peso de los intereses de la deuda en el Presupuesto fue menor al 10%, llegando en 2016 (con presupuesto de 2015 y la “pesada herencia” incluida) al 6,6%, muy inferior al 10,5 del 2017 y al 10,2 que se proyecta para 2018.
CEPA también advierte que “al observar la evolución de la ejecución del presupuesto, se percibe el mismo comportamiento que en la fase de proyección, pero aún más intenso. Si ya en el presuesto de 2016 se supera el 10% del gasto destinado a servicios de deuda, la sobreejecución presupuestaria de ese año lo asciende a 14,4% del total de gastos”. Y si se tiene en cuenta la ejecución medida hasta el 29 de agosto pasado de 2017, ésta alcanza el 12,3%.