Mala praxis para los abuelos

El economista ultramacrista Carlos Melconián admitió que la reparación histórica “fue un caso de mala praxis” y dijo que la reforma previsional es una medida para subsanar ese error. Además, dijo que “se perdieron dos años en los que hubo inacción, no gradualismo” y que con las reformas “da la sensación de que empezó algo, terminó la inacción”.

 viernes, 10-noviembre-2017

El economista ratificó su lealtad a Macri, pero dio a entender que un brutal ajuste como el que viene debió darse desde el principio.


El ex titular del Banco Nación, el economista liberal ultramacrista Carlos Melconián, reapareció en el 99° aniversario de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), donde se despachó diciendo que “se perdieron dos años en los que hubo inacción, no gradualismo” y que con el paquete de reformas “la sensación es que empezó algo, y se terminó la inacción”. Si lo dice Melconián, agarrate, porque ese algo que se viene debe ser bastante parecido a un gran ajuste, cosa que el gobierno niega.

Está claro que el economista deja títulos explosivos cada vez que habla. Tanto que hace un tiempo admitió que se llamó a silencio para proteger al gobierno. Esta vez criticó una de las medidas que son el emblema de la gestión gubernamental: la reparación histórica. “El presidente fue muy mal asesorado al hacer la Reparación Histórica. Si yo hubiera sido el ministro de Economía esa propuesta quedaba en mi despacho y no le llegaba nunca al Presidente”, disparó.

En ese sentido, admitió que la reforma previsional llega para subsanar estos problemas que él observa: “Para solucionar ese problema hubo que crear un paquete de reformas previsionales que viene a reparar la reparación histórica, que fue un caso de mala praxis”. Añadió que de todas las modificaciones planteadas por el gobierno, la reforma previsional “es la más importante”.

A pesar de las críticas, Melconián, un soldado del neoliberalismo, reafirmó que es “hombre del presidente Macri” y graficó su incondicionalidad: “Cada vez que me llama, estoy en cinco minutos en su despacho”.