Maldita policía
Los análisis toxicológicos de los efectivos que dispararon por la espalda a Facundo Ferreira, el niño de 12 años muerto en Tucumán, confirmaron que uno de los agentes presentaba restos de cocaína y marihuana en el organismo. La fiscal pidió nuevos análisis para determinar la cantidad de sustancia.
miércoles, 18-abril-2018

Facundo con su abuela, días antes de ser asesinado por una bala policial.
El examen toxicológico de uno de los policías que disparó por la espalda a Facundo Ferreira, el niño de 12 años que terminó muerto en Tucumán en marzo, arrojó que el uniformado tenía restos de cocaína y marihuana en el organismo. Información que fue confirmada por el secretario de Seguridad de Tucumán, Luis Ibáñez, quien adelantó que se le iniciaría un sumario interno.
El abogado de la familia de Facundo, Emilio Guagnini, lamentó no poder acceder al expediente: “Nos parece grave que la prensa acceda a esos datos y nosotros no”, dijo al diario Tiempo Argentino. “Todo acá es una mala noticia. Dos policías intoxicados mataron a un chico de 12 años. Para la investigación es un elemento probatorio que puede favorecer en el momento de conocer las circunstancias en la que lo mataron a Facundo. El hecho de que hayan tomado decisiones en ese estado, agrava la situación y complica la situación de los policías”, aseguró el abogado.
En tanto, la fiscal Adriana Giannoni, a cargo de la causa, buscará determinar la cantidad exacta de sustancia que tenía en el cuerpo el agente para corroborar si es cierta o no su versión de que solo había consumido hojas de coca, una práctica de consumo habitual en el norte.
Por lo pronto, Ibañez indicó que el protocolo oficial para el tratamiento de los casos de policías cuyas pruebas antidrogas dan positivo “es proceder a la quita de la función operativa del agente (en la vía pública) y se ordena que comience a realizar el tratamiento que pudieran aconsejar los profesionales”.
Desde la organización de Abogados y Abogadas del Noroeste Argentino en Derechos Humanos y Estudios Sociales (ANDHES) señalaron que “se trata de un caso de gatillo fácil, porque el proceder de la policía no cumplió con los estándares internacionales que establecen los principios de proporcionalidad y racionalidad en el uso de armas de fuego con niños, niñas y adolescentes. El uso debe ser en caso de absoluta necesidad”. Incluso, cuando murió Facundo, desde este coletivo legal denunciaron que en febrero habían ocurrio otros 5 casos de gatillo fácil en la provincia.
Una mirada muy distinta de la que sostiene el gobierno nacional. “Disparar o no por la espalda depende de la situación, es un detalle”, había declarado la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuando se conoció este hecho. La misma funcionaria que felicitó al policía Chocobar junto a Macri en la Casa Rosada, donde trataron como un héroe al agente que remató por la espalda a un joven ladrón en la Ciudad de Buenos Aires.