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En medio del alerta mundial por el coronavirus, la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y el presidente del Banco Mundial, David Malpass, anunciaron que la tradicional Asamblea de Primavera se adaptará a una “modalidad virtual”. “La prioridad es garantizar la salud y seguridad de los participantes y del personal", twitteó la representante del organismo con quien Argentina negocia la deuda.

 martes, 3-marzo-2020

La titular del FMI preocupada por el brote de coronavirus decidió, junto a su par del Banco Mundial, realizar reuniones por videoconferencias para cuidar la salud de los miembros participantes


El coronavirus mantiene en vilo a gran parte del mundo. Inclusive a aquellos que ocupan cargos altos en organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial. Hoy se conoció que la habitual Asamblea de la Primavera que se realiza en abril y tiene lugar en Washington, tendrá otro formato. Frente al peligro de la enfermedad y con el objetivo de cuidar la salud de ministros, presidentes de entidades financieras e inversores, decidieron realizar la reunión bajo una “modalidad virtual”.

“Dadas las crecientes preocupaciones de salud relacionadas con el virus, el FMI y el Grupo del Banco Mundial y sus Juntas Ejecutivas han acordado implementar un plan conjunto para adaptar las Reuniones de Primavera 2020 del FMI y el Banco Mundial a un formato virtual”, comunicaron hoy vía Twitter desde el organismo que preside Kristalina Georgieva. “La prioridad es garantizar la salud y seguridad de los participantes y del personal”, explicaron. A su vez, aclararon que continúa el compromiso de ambas instituciones para dialogar con los distintos países y compartir sus consejos y análisis de políticas “aprovechando al máximo las capacidades de conexión virtual y de tecnologías de la información”.

En el caso de Argentina – donde hoy el ministro de Salud confirmó el primer caso de coronavirus – el formato virtual podría influir en la presentación del plan económico post acuerdo con los bonistas, ya que abril era una fecha clave y, por otro lado, no permitiría las conversaciones informales con miembros de países centrales de quienes busca obtener apoyo. Pese a esto, el gobierno argentino, por ahora, piensa fundamentalmente en negociar la sostenibilidad en la reestructuración de la deuda para luego continuar con el diseño del plan económico aceptable para el organismo internacional.