Ni un mango

El impacto de la recesión en la economía familiar lleva a muchas familias a recurrir a un préstamo personal para poder llegar a fin de mes. Según los bancos, este tipo de préstamos se incrementaron un 4,5 mensual y casi un 50 por ciento interanual, mientras el financiamiento para las empresas aumentó por debajo de la inflación.

 viernes, 5-mayo-2017

Los ingresos no alcanzan y muchas familias recurren a créditos para llegar a fin de mes.


“Frente a la crisis, lo único disponible para las familias que no pueden llegar a fin de mes es acudir a los préstamos personales, lo que es un gran negocio para bancos, financieras o tarjetas de crédito”, señaló a Al Revés el economista José María Rinaldi.

Para el contador y profesor universitario, “los bancos te lo entregan de manera inmediata a través de las cuentas de sueldo, porque si no pagás te pueden embargar tu salario. Lo mismo pasa con las tarjetas, y la explicación es que hay una pérdida muy grande del poder adquisitivo de muchos sectores de la población”.

Según el informe anual de los bancos las tarjetas cobran un interés del 54 por ciento cuando la gente abona el mínimo del monto de su resumen, o cuando piden anticipos, y los créditos que ofrecen las propias entidades financieras se ubican 1 o 2 puntos por debajo de eso, cifras que siempre están por arriba de la inlfación, aunque ésta sea elevada.

Precios Cuidados por ley

El legislador radical Raúl Alfonsín presentó proyectos para la efectiva aplicación de “Precios Cuidados” y para regular la relación entre los grandes supermercados y los proveedores Pymes. “Una de las iniciativas es la ley de góndolas que procura evitar eventuales abusos de posición dominante por parte de los expendedores en detrimento de los pequeños proveedores” explicó el diputado.

También presentó un proyecto para asegurar la efectiva aplicación del “Sistema de Precios Cuidados”: “el proyecto establece que los productos incluidos en dicho programa deban exhibirse en forma permanente en góndolas específicas y que sean de fácil acceso por parte del consumidor”. Parece que la idea de Kicillof no era tan mala, o la crisis es tan profunda que vale todo.