En el marco de la obra de la Autovía Punilla, se realizaron voladuras con explosivos riesgosos para la salud.
Son detonadores utilizados en la megaminería que pueden provocar cáncer, dañar la fertilidad y ser muy tóxicos para los organismos acuáticos.
Las explosiones ocurrieron cerca del río Yuspe, una de las cuencas que conecta con el Dique San Roque.
Desmontados y detonados
La Autovía Punilla es una obra que fue impuesta a la comunidad.
Sin licencia social, con un estudio de impacto ambiental muy cuestionado y violencia policial de por medio, el proyecto está teñido de irregularidades.
Ahora se sumaron las voladuras con explosivos ocurridas la semana pasada.
Desde las brigadas territoriales, advirtieron que se estaban realizando fuertes detonaciones cerca del río Yuspe.
“Dejaron un cráter de unos 15 metros de profundidad”
Eugenia Caraballo, de la Asamblea Punilla
Además de registrar lo que estaba sucediendo en el lugar, pudieron acercarse a chequear qué tipo de materiales se estaban utilizando y fotografiar las cajas que los contenían.
Para su sorpresa – o no tanta – eran detonadores shockstar en cuya ficha de seguridad figuraban una serie de riesgos para la salud.
Pueden provocar cáncer; daños a la fertilidad, al niñx no nacidx, a lxs lactantes y a los órganos
También detalla que son muy tóxicos para los organismos acuáticos y con efectos nocivos duraderos.
Joaquín Deon, geógrafo e investigador de Conicet, explicó a Al Revés que son explosivos utilizados generalmente en la megaminería de cantera y metalífera.
Su uso está abocado a lograr una mayor profundidad de la traza, por lo que todos los residuos van a quedar en el suelo hasta que – de a poco – vayan dirigiéndose hacia los cursos de agua.
“Las detonaciones emanan polvillo que va estar contaminado con estos explosivos”
Joaquín Deon, geógrafo e investigador de Conicet
A su vez, tras cada voladura, se hacen riegos para aplacar ese polvillo.
Pero, según detalló, el problema se recrudece en épocas de lluvia.
Se acelera más el volcamiento de esos contaminantes a los cuerpos de agua, de acuerdo a lo que sucede en la minería comúnmente.
Todo se volvió peligroso
El riesgo de la salud es una de las aristas del conflicto que rodea a la Autovía Punilla.
El otro punto crítico está relacionado con la violencia policial y la complicidad judicial.
A seis meses del violento desalojo del acampe de Molinari, lxs defensorxs ambientales temen por su vida.
Eugenia Caraballo, una de las 7 mujeres que estaba presente aquella madrugada, recordó que fueron alrededor de 50 policías los que se presentaron sin orden judicial.
Fue una emboscada
Lxs sacaron a rastras y lxs despojarxn de sus pertenencias.
La asambleísta también recordó que hay más de 20 compañerxs imputadxs por defender el territorio, intentar frenar las máquinas y participar de actos de repudio a las autoridades implicadas en el proyecto vial.
Al día siguiente que salió el habeas corpus, detuvieron a 5 defensorxs ambientales más.
“Todo se volvió peligroso. La policía tiene mucha impunidad en el medio del monte”
Eugenia Caraballo
Con muchas irregularidades y sin protección alguna, lxs vecinxs viven la obra como un atropello en todo sentido.
La imposición de una obra que no solo viola la Constitución Nacional y el Acuerdo de Escazú, sino que también busca arrasar con el monte, la vida y la salud de lxs habitantes de Punilla.